El Breogán juega esta tarde en Palma con el agua al cuello

Última oportunidad. Al Cafés Candelas Breogán no le quedan más opciones, o gana este domingo, al Palma Air Europa o pondrá fin, de forma prematura y decepcionante, a la temporada. El encuentro dará inicio a las 18.30 horas y se jugará en la cancha habitual del conjunto insular, el Palau d'Esports de Son Moix, que presumiblemente registrará la mejor entrada de la temporada ante la expectativa de que un equipo de Mallorca -antes lo intentaron el Básquet Inca, el Básquet Mallorca, el Palma Aquamágica y el actual- supere por primera vez en LEB Oro una eliminatoria de play off.

Si se atendiera a lo que es la plantilla de uno y otro equipo y lo que han sido las respectivas trayectorias durante la temporada, no habría duda de situar al conjunto lucense como favorito en el partido de hoy. Sin embargo, los tres partidos de play off, y de forma especial el último, hace que varíe ese pronóstico.

Y es que la eliminatoria está mostrando, sobre todo, a un Breogán desconocido. Un equipo que pasó de promediar en toda la fase regular casi 90 puntos por encuentro, se quedó este viernes en 58 puntos con un porcentaje de aciertos impropio e impresentable para esta categoría del 25% en tiros de campo. Un equipo, el lucense, que dio muestras de una absoluta falta de carácter y totalmente sobrepasado por las circunstancias, que por otro lado no se puede decir que hayan sido especialmente desfavorables ni por el arbitraje, ni por la presión del público -apenas 800 espectadores presenciaron el encuentro- ni siquiera por un rival especialmente acertado.

Y es que el Palma Air Europa se ha encontrado a un paso de clasificarse para las semifinales con muy poco. No se fue de Lugo, a pesar del mal juego breoganista, con un 2-0 en la serie porque en nueve segundos delirantes los jugadores del Breogán se empeñaron en regalar el partido. Su victoria del viernes no se puede ni siquiera achacar a la defensa zonal, que por tercer partido repitieron los insulares, que tanto molestó en los partidos de Lugo, porque en realidad los jugadores del Breogán, además de los tiros absolutamente liberados que desperdiciaron también en los dos primeros partidos, fallaron un buen número de tiros bajo la canasta rival de forma incomprensible. Solo con anotar la mitad de esos palmeos, bandejas o penetraciones en ventaja fallados, y que el viernes la defensa rival no evitó, el resultado hubiera sido otro. Y jugando igual de mal.

Por eso ante el encuentro de este domingo sobra cualquier previsión o comentario que no se ciña al propio juego del Breogán.

El Palma no cambiará nada en su propuesta de partido. Insistirá en defensa zonal, en el fallo del rival y buscando además en esta ocasión que la presión por no poder fallar agarrote aún más a los de Lezkano.

La reacción tiene que surgir del propio conjunto lucense. Jugadores como Rafa Huertas, Josep Franch, Pep Ortega, Lobito Fernández o Salva Arco, con toda su trayectoria, no pueden recurrir a la presión para explicar la triste imagen de su equipo. Posiblemente, y sobre todo tras la derrota del viernes, la confianza del equipo esté muy tocada, pero cualquiera de los jugadores anteriormente citados tienen la calidad, la experiencia y la responsabilidad de liderar y marcar la pauta para que su equipo supere una situación tan peligrosa como inesperada.

El Breogán se juega la temporada. Depende de sí mismo, de ser capaz de reencontrarse como equipo. Perder, sería un fracaso rotundo. Sin paliativos.