El Leche Río Breogán se despidió en Lugo de la fase regular de la LEB Oro con un nuevo triunfo, el décimo consecutivo ante sus aficionados. Con su victoria ante el UB La Palma, (74-69), el equipo lucense —que después del triunfo de anteayer del Cai sobre el Sant Josep ya tenía asegurada su participación en los play off— aún puede aspirar incluso a afrontar las eliminatorias de ascenso con el factor cancha a favor. La mejor clasificación posible para los hombres de Rubén Domínguez, que cierran la Liga el viernes en Tenerife, sería la cuarta plaza en un hipotético cuádruple empate con Menorca, La Laguna y Burgos.
El encuentro de ayer del equipo lucense recordó a otros muchos disputados en esta temporada. Los breoganistas, muy metidos en el partido, empezaron dominando con absoluta claridad —ya ganaban por 14 puntos en el minuto 8 (19-5) y mantenían esta diferencia a un minuto del final de la primera mitad (38-24)— para después del descanso empezar a perder intensidad y orden en una combinación de cierta relajación, cansancio y escasa aportación de las rotaciones, y permitir recuperarse al rival. El UB La Palma llegó incluso a situarse a sólo un punto (60-59) cuanto aún restaban cuatro minutos para la conclusión del encuentro.
El inicio del encuentro deparó momentos de buena defensa, control del rebote y mucho ritmo que llevó a los locales a marcar muy pronto claras diferencias en el marcador. A los seis minutos, los hombres de Rubén Domínguez ya ganaban por diez puntos (15- 5) y aún ampliaron su ventaja en cuatro puntos más (19-5) dos minutos más tarde. Los continuos cambios realizados por el técnico visitante Rafa Sanz no sirvieron para variar el rumbo del encuentro, aunque la entrada en juego de Sebas Arrocha, con siete puntos al final del primer cuarto (23-12), contribuyó a paliar la sequía anotadora del conjunto canario.
La presión en toda la pista de los jugadores del La Palma tampoco sirvió para incomodar en exceso al equipo local, que mantuvo hasta el descanso (40-29) el total control del partido.
Cambio de decoración
La decoración cambió por completo en la reanudación. La defensa local permitió jugar con mucha comodidad al rival, quien también se benefició de las fisuras que empezaba a mostrar el equipo lucense en el rebote. Las diferencias se redujeron con rapidez porque además el juego ofensivo del equipo lucense —con profusión de lanzamientos triples y acciones individuales— se volvió impreciso y poco resolutivo. Al final del tercer cuarto la ventaja del conjunto local era de sólo cuatro puntos (55-51).
Aunque el Breogán no perdió nunca la delantera, el conjunto canario inquietó hasta situarse a un punto (60-59) cuando aún restaban cuatro minutos. Pero una canasta triple de Corbacho y cuatro puntos consecutivos de Nacho Ordín devolvieron la tranquilidad a los locales, aunque sus errores en los tiros libres propiciaron un nuevo acercamiento del rival.
