Cáceres confirma que el Leche Río Breogán aún no funciona

El equipo lucense pierde en Cáceres en un partido en el que su acierto en el triple y su superioridad en el rebote no compensaron las graves y conocidas carencias en su juego
Dago Peña intenta avanzar con el balón ante el Valladolid. XESÚS PONTE
photo_camera Dago Peña intenta avanzar con el balón ante el Valladolid. XESÚS PONTE

El Leche Río Breogán sufrió en Cáceres la novena derrota de la temporada. Demasiadas para un equipo cuyo objetivo está en el ascenso de categoría. Después de la brillante victoria conseguida en el último partido disputado en el Pazo ante el líder de la competición, el Valladolid cabía esperar que los breoganistas dieran continuidad a esa buena imagen en su visita a Cáceres. Sin embargo, este encuentro no sirvió más que para ratificar lo que viene siendo esta temporada: que los de Diego Epifanio son un equipo distinto en casa y fuera y que los problemas que arrastran desde el inicio de temporada, lejos de encontrarles solución se van enquistando cada vez más.

El Cáceres, con una plantilla mucho más modesta que la del Breogán, ha ganado los dos partidos a los lucenses. En el partido de la primera vuelta, el acierto de los de Roberto Blanco desde la línea de 6,75 metros había resultado determinante (14/22) pero en el encuentro del pasado viernes la diferencia entre uno y otro equipo se dieron por otros factores.

El Breogán anotó 17 triples, que es el tope de la actual temporada en LEB Oro, de solo 35 lanzamientos, es decir anotaron mucho y bien (casi un 50%) de tres puntos. Además, superaron a su rival en el rebote (24 del Cáceres por 33 del Breogán) con el añadido de que los lucenses capturaron, ni más ni menos, que 17 rebotes bajo el aro del equipo rival.

Con estos números (y las pérdidas compensadas porque los dos equipos sufrieron un total de 15), y teniendo en cuenta además que los breoganistas llegaron a tener 13 puntos de ventaja en el primer tiempo, parece increíble que los de Diego Epifanio no fueran capaces de conseguir el triunfo.

Aún es más increíble es que con 17 capturas bajo el aro rival el equipo lucense las desperdiciara casi en su totalidad. El Breogán sólo anotó ocho canastas de dos puntos - puede ser record- de 30 lanzamientos, es decir un porcentaje de acierto absolutamente impropio del 27%. El peor equipo de la liga en tiros de dos puntos es el Marín y presenta un 44% de aciertos.

La falta de equilibrio en el ataque sigue siendo la otra gran asignatura pendiente. Una vez más ausencia de puntos en transición y prácticamente nula aportación de los jugadores interiores del Breogán. Tres de ellos, Gavrilovic, Olah y Fall aunque este estuvo en pista poco más de cuatro minutos, no llegaron a anotar un solo punto consumiendo un total de nueve lanzamientos, Rauno Nurger anotó cuatro puntos, con una canasta de cinco lanzamientos y dos tiros libres, y Marshawn Powell contribuyó con 13 puntos aunque nueve de ellos llegaron con canastas triples.

Y para remate, la gran diferencia de los partidos en el Pazo y fuera, el Breogán se vio superado en intensidad y deseo por su rival.

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