El básket lucense toca el cielo

Lugo tiene 1.500 licencias federativas de baloncesto. Galicia algo más de 17.000 y España cerca de 400.000. Somos pequeños, en un mundo de la canasta cada vez más profesionalizado, donde los clubes grandes becan a jugadores del Este de Europa o África para lucir sus galones y, a la vez, nutrirse de jugadores de formación. De esta esquina menor del mapa, este año salieron nada más y nada menos que cinco equipos hacia los campeonatos de España, dos de ellos, femeninos, como campeones gallegos, otros dos masculinos, como subcampeones, y un quinto, el infantil masculino, pendiente aún de jugar una final en la que es favorito.

¿El efecto Breogán? Pues no lo parece, porque el celeste es de los pocos clubes de ACB que no tiene cantera propia. Sí un poco el efecto Ensino, porque las chicas cadetes y júniors son brillantes campeonas autonómicas, sobre todo estas últimas, con una trayectoria inmaculada en la competición.

Y luego está el trabajo en la sombra de los entrenadores de base a lo largo de los años. Esa es la razón de que los infantiles de Maristas, los cadetes de Ensino-Sagrado Corazón y los júniors también de Ensino se midan este año con los mejores equipos de todo el territorio nacional, donde lucen sus canteras Real Madrid, Barcelona, Joventut, Unicaja o Baskonia, con perlas de la canasta que muchas veces ya están en las dinámicas de los primeros equipos en la ACB. Por eso, el baño de realidad fue contundente en algunos casos, con derrotas abultadas (ojo, 1.500 licencias, un 0,3 por ciento de España), pero con una experiencia inigualable que se llevan para toda la vida.

Estos chicos y chicas fueron recibidos en la sede de la Xunta de Galicia en Lugo por el delegado provincial, Javier Arias, con el que se fotografiaron en las escaleras del edificio administrativo. Sonrisas de oreja a oreja en todos, porque saben que es muy difícil volver a repetir un logro como el de esta temporada.