La pretemporada del CD Lugo, que llegará a su fin la semana que viene, está dejando varios nombres propios. Algunos, como el de Carlos Pita, reconvertido en central por la falta de activos en la posición, ya no sorprenden entre los aficionados. Otros, como el de Borja Domínguez, que llegó libre este verano luego de rescindir su contrato con el Alcorcón, parecen llamados a ser importantes en los planes de Eloy Jiménez. El centrocampista vigués afirmó que está "dispuesto a dar lo mejor por el club" y, de momento, está cumpliendo con su palabra.
"Si llegué al Ángel Carro fue para dar lo mejor de mí en el campo. De momento estoy contento con mi rendimiento, tengo muy buenas sensaciones", aseguró Domínguez. La campaña pasada no comenzó de la mejor manera para él. Tras romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en febrero de 2018, el vigués no consiguió acumular minutos tras su recuperación, y terminó por recalar cedido en el Pontevedra en enero de este año.
De vuelta en Galicia, y en una categoría como 2ªB, Borja Domínguez llegó a ser un jugador diferencial. "La lesión ya queda muy atrás y tengo plena confianza en mis capacidades físicas. Estoy más que recuperado", explicó el jugador. Fue el primer refuerzo veraniego del verano para el Lugo, que se quedaba con un centro del campo muy vacío tras las salidas de Sergio Gil y el fin de la cesión de Arbujaina. Tras cinco partidos de pretemporada, en los que ha acumulado muchos minutos y protagonismo en el juego, su adaptación parece ser casi total.
Además, su participación en el esquema de Eloy Jiménez no solo se está limitando a funcionar como enlace entre la defensa y la punta de ataque, sino que también cuenta con mucho valor ofensivo. Así lo demostró en el amistoso contra el Real Avilés, en el que marcó un gol y dio buena muestra de sus habilidades de cara a portería.
SANGRE GALLEGA. El fichaje de Borja Domínguez tiene un valor especial para el equipo. Junto a Carlos Pita y Fernando Seoane, el de Vigo conforma un centro del campo con destacada presencia gallega.
"Me siento muy bien acogido. Solo me quedan dos equipos de los grandes de Galicia. El fútbol de aquí hace crecer mi carrera sin ninguna duda", afirmó. Borja Domínguez se formó como futbolista en la cantera del Celta de Vigo. Debutó en Segunda B con el filial celeste a los 18 años, en la temporada 2010-11. Siguió acumulando experiencia en la categoría y en el equipo hasta el verano del 2015, tras el cual se trasladó hasta el Racing de Ferrol.
En A Malata firmó su campaña más completa, con 36 partidos jugados y 9 goles. Posteriormente accedió a Segunda División, donde jugó en el Córdoba, en el Real Oviedo y en el Alcorcón, hasta llegar el pasado invierno a Pontevedra. De esta manera, solo le quedaría pasar por las filas del Deportivo de La Coruña y las del SD Compostela para cerrar una lista de militancia en los grandes clubes históricos de la comunidad.
De momento, sus actuaciones con el Lugo en los partidos amistosos le están valiendo la confianza del míster. Con el traslado de Carlos Pita del centro del campo al de la defensa, Borja Domínguez está aprovechando la oportunidad y exponiendo sus capacidades. Eloy Jiménez tendrá una difícil papeleta tras la llegada de refuerzos para la zaga. Pita es un jugador clave en los planes del técnico, pero Domínguez viene con todo.
El conjunto rojiblanco mantiene el trabajo a tope en la dirección deportiva para la contratación de nuevos jugadores y también gestionar algunas salidas, como es el caso de lo que ocurre con Dongou.Según informa el diario As, desde la entidad lucense se le dio permiso a Dongou para facilitar su salida y que busque un nuevo destino, hasta el punto de no haber entrenado ni un solo día con su equipo, pero de momento el camerunés aún no ha logrado encontrar acomodo para la próxima temporada.
Al futbolista le resta un año de contrato con el Lugo, pero el club no está interesado en contar con sus servicios y así lo que se plantea es una salida para que el futbolista salga cedido a otro conjunto, como ya ocurrió la pasada temporada, o incluso tampoco hay que descartar que haya que llegar a una rescisión de contrato.
La participación y los números de Dongou en el Lugo son realmente discretos y el club sigue buscando alguna opción para el ataque, pero es evidente que ésta no pasa por una nueva oportunidad al camerunés. Cuando restan menos de dos semanas para que empiece la competición liguera y el mercado se cierra también el 31 de agosto, a las dos partes les empieza a apremiar la situación porque el Lugo necesita hacer frente a varias operaciones para cerrar la plantilla.
