Historia pura y dura. El Lugo jamás pasará desapercibido en las bases de datos del fútbol europeo. Las estadísticas amarán el color rojiblanco de la zamarra del Ángel Carro desde el sábado. Adorarán la locura vivida en Los Pajaritos ante el Numancia. Le reservarán un sitio de honor entre las cifras con brillo propio, aquellas que jamás se olvidan, aquellas que residen para siempre en la memoria a largo plazo de ordenadores, periódicos y aficionados. El 6-6 agridulce vivido en Soria duele en el presente por la pérdida de dos puntos, pero se saboreará en el futuro recordando la emoción de una tarde de fútbol puro, sin ataduras tácticas que se vio un 20 de diciembre de 2014.
El marcador de Los Pajaritos, que finalizó con un 6-6, solo tiene una correspondencia en todas las temporadas que se jugaron en la Liga española en Primera o Segunda División. Solo el 29 de enero de 1950 -un año en el que, como en 2014, también se jugó un Mundial en Brasil- se pudo ver algo igual. Sucedió en el estadio Metropolitano de Madrid, donde Atlético y Athlétic, que jugaron ayer en San Mamés, igualaron a seis.
El marcador no fue la única coincidencia.
