Un derbi como tratamiento para el Río Breogán

El encuentro frente al Obradoiro puede ser propicio para que el equipo celeste recupere su tono habitual en intensidad y motivación
Nenadic, ante Hlinason. XESÚS PONTE
photo_camera Nenadic, ante Hlinason. XESÚS PONTE

El Río Breogán estableció durante la primera vuelta de competición una consistente línea de separación con los que se podrían llamar los equipos de su Liga. Así, de los nueve encuentros que el conjunto lucense disputó en la primera mitad de la Liga Endesa ante los equipos que no jugaron la Copa del Rey, ganó nada menos que ocho, solo perdió en su visita a Granada, y seis de ellos a domicilio.

Sin embargo, el equipo lucense no mantiene ahora esta trayectoria. De hecho, en los dos últimos partidos disputados en el Pazo dos Deportes de Lugo se ha visto superado por dos equipos implicados directamente en la lucha por la permanencia, Betis y Zaragoza.

Está claro que algo ha cambiado en el conjunto breoganista y el aspecto más evidente hay que buscarlo en la defensa, y más concretamente en los puntos recibidos. De las once victorias que suma el equipo lucense, solo en dos ocasiones -en Sevilla ante el Betis (84-89) y en Zaragoza (88-90)- el rival superó los 73 puntos. Es decir, en las otras nueve ocasiones los celestes mantuvieron al conjunto contrario por debajo de esos guarismos. Así, en tres de las victorias, el contrario no alcanzó los 70 puntos anotados, en Girona en la primera vuelta (66-73), ante Obradoiro (64-59) y contra el Granada (99-67). En cinco de las victorias, el Breogán encajó 70 puntos, frente a Murcia (70-84), Fuenlabrada en la primera vuelta (78-70), Bilbao (86-70), Manresa (70-106) y Girona (92-70). En Fuenlabrada, en la última salida, el conjunto lucense ganó tras encajar 73 puntos (73-92).

En definitiva, el Río Breogán pasó de encajar 78,9 puntos de media durante las 17 primeras jornadas a recibir 82,3 en los seis encuentros de la segunda vuelta.

Parece evidente que la defensa del conjunto breoganista ha perdido solidez. No se puede descartar que después del parón de tres semanas en la Liga Endesa a causa de la disputa de la Copa del Rey y la disputa de las ventanas Fiba, el equipo se haya visto afectado en el plano físico. Sin embargo, por lo visto sobre todo en los dos últimos encuentros disputados en Lugo, parece que la causa fundamental de este bajón en la intensidad de los jugadores del Breogán tiene más que ver con las necesidades de los rivales, el objetivo de la permanencia, que les lleva a afrontar los encuentros con un plus de motivación, que ahora parece que a los jugadores de Velkjo Mrsic les está costando igualar para poder ser competitivos.

Desde luego, el escenario, y más tras la contundente derrota frente al Casademont Zaragoza, no parece a priori el más propicio para que el Río Breogán afronte con garantías el duelo ante el Obradoiro el próximo sábado (18.00 horas) en el Multiusos Fontes do Sar.

Pero precisamente la condición especial que tiene este encuentro puede servir de remedio para los breoganistas. En primer lugar, el conjunto de Santiago, al igual que el Breogán, no tiene ningún agobio clasificatorio más allá de hacerse con la novena posición que ahora ocupa el equipo lucense, empatado a victorias. Además, es un partido de rivalidad con todo lo que ello representa. Es decir, los jugadores de ambos equipos son conscientes de que al margen del aspecto clasificatorio este partido tiene una importancia especial para sus respectivas aficiones.

El encuentro se jugará, además, en medio de un gran ambiente. Es decir, es de esos partidos en los que generalmente los técnicos no tienen que trabajar buscando la motivación de sus jugadores. Y en estos momentos, esto no le va mal al Río Breogán.

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