El denominado Derbi do Miño es un punto de referencia cada temporada para las aficiones de Leche Río Breogán y Ibereólica Renovables Ourense. Una sana y deportiva rivalidad que viene de lejos –de hecho este sábado, a las 19.00 horas en el Pazo dos Deportes de Lugo, se producirá el cuadragésimo cuarto enfrentamiento en competición nacional– y que siempre es esperada con interés por ambas aficiones, que suelen convertir las gradas en parte fundamental del espectáculo.
Sin embargo, los efectos de la pandemia –por cuya causa ya no se celebró el pasado año el partido en Ourense– propiciarán que este sábado en las gradas del Pazo solo puedan ubicarse 250 aficionados. Nada que ver con lo habitual. La gran mayoría de los seguidores de uno y otro equipo tendrán que conformarse con seguir su cita preferida de la temporada por la televisión (TVG2).
Pero aún fuera del escenario habitual, el encuentro no pierde ni un ápice de interés deportivo. Ambos contendientes necesitan el triunfo. Los locales porque quieren mantener el primer puesto del grupo que ostentan después de la prestigiosa victoria conseguida en la cancha del Básquet Coruña y, además, porque los jugadores de Diego Epifanio, como corresponde a un aspirante al ascenso, tienen que mostrar que mantienen una necesaria evolución en su juego y, sobre todo, que llevan camino de convertirse en el equipo fiable y regular. Para el Ourense, con dos triunfos en seis partidos, cada victoria es un paso para intentar colarse en la segunda fase entre los mejores y evitar caer en el peligroso grupo por la permanencia.
Los pronósticos apuntan hacia el Breogán. Juega en su cancha, aunque semivacía, y llega después de dos importantes triunfos, sobre todo el último, donde demostró que aun sin acierto es capaz de controlar un partido en base a intensidad y dominio de las zonas.
El Ourense dio un toque de atención estando a punto de ganar en la primera jornada en la cancha del Valladolid y derrotando después al Palencia, pero las lesiones limitaron su crecimiento y sus posibilidades en las jornadas siguientes. Este sábado, causará baja solo Joan Tomás, por lo que cabe esperar a un Ourense más parecido al de las primeras jornadas. Gran parte de la batalla se librará en las zonas, donde los locales deben tener cierta ventaja aunque los visitantes saben que el control del rebote puede ser una de las claves para impedir el control del encuentro por parte de los jugadores de Diego Epifanio.
