De ruta por la sierra meirega

Más de un centenar de ciclistas se unieron a la sexta edición de la quedada programada por el club local, que permitió a los participantes descubrir paisajes y entornos espectaculares
Foto de grupo de los participantes en la quedada ciclista de Meira
photo_camera Foto de grupo de los participantes en la quedada ciclista de Meira

Que el ciclismo de montaña está de moda es una obviedad. Y que cada vez más son los intrépidos que se atreven a escalar empinadas cuestas a lomos de sus bicicletas, una realidad, tal y como quedó constatado en la sexta edición de la quedada promovida por el club ciclista de Meira, que logró reunir a más de un centenar de aficionados del deporte de las dos ruedas.

En esta ocasión, el equipo meirego decidió organizar dos rutas alternativas, con el objetivo de movilizar al mayor número posible de gente. La primera de ellas, de unos 40 kilómetros de distancia y dificultad física media-baja, estaba dirigida a principiantes.

«Con ella pretendíamos promocionar la zona y dar a conocer nuestro club, así como fomentar la bici de montaña», aseguró Luis Martínez, miembro del equipo y uno de los promotores de esta cita, que aseguró que se desplazaron a esta quedada ciclistas de toda la comarca, así como de Lugo, Portomarín, Sarria o Betanzos.

Este apasionado de la bicicleta explicó además que para esta ruta de iniciación se decidió escoger un recorrido llano, en dirección a Castro de Rei, para que el comienzo de los asistentes fuera mayoritariamente dulce.

No fue así en la segunda opción, mucho más exigente, que obligó a los participantes a cubrir unos 55 kilómetros de distancia con dificultad física alta y técnica media. La parte positiva es que estos amantes de la montaña pudieron recorrer la sierra de Meira y disfrutar de paisajes y entornos espectaculares.

Al finalizar, el club meirego promovió una comida de confraternidad para que los asistentes pudiesen reponer fuerzas y disfrutar de un rato distendido.

Pese a no ser una prueba oficial, esta quedada ciclista ha ido ganando adeptos año a año, lo que le augura un futuro prometedor. «Somos un equipo pequeño, actualmente tenemos licencia en torno a 20 o 25 socios. Es difícil organizar algo oficial, pero la intención siempre está ahí», dice Luis, satisfecho con el resultado de esta quedada y esperanzado en seguir creciendo como las montañas que forman parte del día a día de estos locos y apasionados de la bicicleta.

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