Cuando ilusión y sueño caminan de la mano

Un sueño que cada vez se siente más cercano. Eso es lo que reflejó ayer la afición rojiblanca, que por segunda vez en poco menos de mes abarrotó el Ángel Carro y no dudó, como ante el Murcia, en esperar a sus héroes en lo que fue una continuación de la comunión perfecta que se vivió hace ocho días en Mendizorroza.

En aquel momento, los aficionados lucenses que viajaron a Vitoria esperaron a los suyos cerca al autocar y dedicaron su cariño a jugadores como Manu, Marcos Rodríguez o Azkorra, sin olvidar tampoco al técnico, Quique Setién.

Ayer se vivió lo mismo en la entrada a las oficinas, pero a gran escala. El sufrimiento de los minutos finales fue el preludio perfecto para una exhibición de júbilo y locura en la que no se salvó nadie. Ni jugadores, ni técnico, ni el presidente.

‘Carlos Tornero, mejor que el Kun Aguero’ y ‘Gorka Azkorra, Lugo está contigo’ fueron dos claros ejemplos del agradecimiento que quiso dar la afición lucense a sus particulares héroes. Uno por uno, los jugadores pasaron junto a esa afición que incluso se atrevió a ver más allá y quiso gritar su sueño: ‘El año que viene, nos vamos a Riazor’.

Sin embargo, no fue esa la única imagen que dejó la afición rojiblanca. Ya antes del comienzo, dos pancartas mostraban que lo importante ayer era ir todos a una, ‘Lugo, siempre contigo’ y ‘Ribadeo co Lugo’, sirven para reflejar todo lo que es capaz de crear una fase de ascenso y lo que transforma a una ciudad, incluso a una provincia.

Gran ambiente

La jornada en el Ángel Carro ofreció una preciosa estampa de fair play entre las dos aficiones, el claro ejemplo de la convivencia pacífica entre el ganador y el perdedor. Si ya en Vitoria pudieron verse a aficionados de ambos clubes juntos, ayer todo volvió a repetirse y varias cámaras se encargaron de dar testimonio.

Los aficionados del Alavés, que se dejaron ver durante la noche del sábado en la capital lucense, vivieron ayer un episodio de frustración. Uno de ellos se encargó de reflejar con una pegatina todo lo que significa para ese gran club volver a la élite o estar mucho más cerca de ella: «‘ triunfar en el Anfield Carro’.

Los vitorianos fueron ayer los perdedores, pero como destacaron tanto Miguel Ángel Álvarez Tomé como Quique Setién, los perdedores «dignos» en una estampa muy diferente a la que pudo vivirse en los campos de Ipurúa y O Roxo, donde la línea entre la felicidad y la amargura se rompió por completo.

Ahora sigue adelante un sueño en el que Alcoyano es la siguiente y última estación. La afición lucense va a responder. De eso no cabe ninguna duda.

El palco y la grada, toda una pasarela

El partido del Ángel Carro permitió ver a un buen número de técnicos y de personas vinculadas con el mundo del deporte. Así, los hermanos Veiga o Luis Rodríguez Vaz espiaron a los dos conjuntos, mientras que, un ex árbitro, Bernardino González Vázquez, acudió para estrenar su reciente condición de concejal en Ourense y un lucense feliz, Raúl López, recibió también felicitaciones por su condición de presidente de equipo de la Liga ACB.

No faltaron, como no podía ser de otra manera, representantes de clubes de Lugo, como Manuel Vázquez (Azkar), Ana Ónega (Ensino) o José Francisco Bouza (Emevé).

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