Prometía ser uno de los culebrones del verano en Lugo, pero se quedó en un capítulo más de los rumores estivales gracias a la capacidad de convencimiento de Eloy Jiménez. El técnico de Hellín fue quien ayudó a Cristian Herrera a hacer oídos sordos de los cantos de sirena que llegaban desde Las Palmas para que se quedara goleando en el Ángel Carro una temporada más.
"Quedarme fue una decisión que me ayudó a tomar el míster, porque hay muy buena sintonía con él. El entrenador siempre nos habla a todos los jugadores por igual y eso es positivo para el grupo", valoró el punta grancanario, que permanecerá en el equipo en la campaña que se avecina.
Con la llegada de Carlos Castro, la irrupción del delantero del Polvorín Antón Escobar y la posible incorporación de un nuevo ariete, la punta del ataque rojiblanco estará bien cubierta. Sin embargo, Herrera no teme la competencia que pueda tener. "Me da igual quien venga, porque yo espero ganarme el puesto a base de trabajo en cada entrenamiento", declaró.
"Este año seguiré en un rol similar al del año pasado. Intentaré ayudar con muchos goles ya acierto y afronto este próximo año con mucha ilusión", aseguró sobre su puesto sobre el césped en la 2019-2020.
Para poder completar una buena campaña en Segunda División, Cristian considera que el equipo deberá hacerse fuerte en casa. "La clave de cara a la temporada que ya llega será hacer del Ángel Carro un fortín, trabajar todos por igual y siempre juntos hacia un mismo objetivo en cada entrenamiento y en cada partido. Nuestro reto será lograr la permanencia para que el Lugo siga en Segunda un año más".
