Cuatro jugadores lesionados, tres de ellos por golpes recibidos de jugadores contrarios. El CB Breogán anunció este lunes que tras los dos primeros partidos de la serie que le enfrenta al Mywigo Valladolid, el equipo lucense tiene a cuatro jugadores lesionados. Sergio Sánchez sufrió durante el
primer partido de la serie, disputado el pasado viernes, una rotura fibrilar de su gemelo interno de la pierna derecha. Álex Llorca tuvo que ser hospitalizado tras ese partido al sufrir un fuerte codazo propinado por Sergio de la Fuente que le produjo la fractura del hioides, un hueso situado en la parte anterior del cuello.
Otro codazo de Sergio de la Fuente, este en el partido del domingo, le produjo a Álex López una fisura de los huesos propios de la nariz y Adrián Chapela recibió otro fuerte golpe, en este caso del base Óscar Alvarado cuando ambos estaban en el suelo, por el que sufre desviación del tabique nasal.
Más que las consecuencias de dos partidos de baloncesto parecen las de una batalla campal o una pelea callejera. No se puede determinar que en alguna de esas acciones hubiera premeditación para buscar la lesión de un rival, por otra parte compañero de profesión, y desde luego es preferible
pensar que fueron acciones fortuitas aunque posiblemente enmarcadas dentro de una agresividad mal entendida.
Es más difícil entender por qué ninguna de esas acciones ha tenido el correspondiente castigo arbitral más allá de una simple falta personal. En esta misma serie, en ambos partidos, se han señalado discutibles faltas antideportivas por acciones en absoluto violentas e incluso se ha llegado a descalificar a un jugador, Román Montáñez, del Valladolid, por protestar ante uno de los colegiados y no por una acción violenta.
No sancionar este tipo de acciones puede tener consecuencias imprevisibles en algún momento. Y no solo entre los propios jugadores sino que puede generar una tensión innecesaria alrededor de unos partidos que ya, de por sí, van cargados de presión.
Sin ir más lejos, al final del segundo partido el exjugador Félix de la Fuente, padre del ala-pívot del Valladolid Sergio, se encaró con Álex Llorca, al que acusó, a pesar de que había sido dado de alta solo un par de horas antes, de «cuentista» y asegurando que se puede jugar hasta con la tráquea rota. El tema no fue a mayores al producirse delante de otras personas.
Llorca no entiende la postura del padre del jugador del Valladolid. «Yo no he calentado nada. Al revés, he dicho que el golpe que me había dado Sergio fue sin intención y que me había mandado un mensaje interesándose por mi estado», dijo.
La preocupación ahora en el Breogán está en conocer en qué condiciones va a afrontar los encuentros del fin de semana en Valladolid. Sergio Sánchez parece totalmente descartado. En cuanto a Llorca no podrá entrenarse con el grupo al menos hasta el jueves, cuando será sometido a una nueva prueba que determinará la evolución de su lesión y la posibilidad de jugar al menos uno de los partidos.
López y Chapela están pendientes de realizar nuevas pruebas médicas, aunque parece probable que puedan jugar aunque con protección. De cualquier manera, los entrenamientos de esta semana estarán marcados por estas bajas. No obstante, Lisardo Gómez considera que esta circunstancia «no puede servir de excusa a estas alturas». «Ya estamos rodados, nos conocemos de sobra y ya está todo preparado», añade.
Para el técnico resulta «complicado» valorar las consecuencias de los dos partidos ante el Valladolid. «Los vídeos están ahí. Recibir tantos golpes no es
normal pero no quiero pensar mal. Acciones como estas deberían ser sancionadas», añade.
