La escalada se abre paso en Galicia

Colgados en un paraíso

Los escaladores Miguel Feijóo y Alfonso Böck equipan desde hace años vías en el cañón del Sil, un lugar que creen "Increíble" para la práctica del deporte que les apasiona. El concello de Pantón alberga varias de estas paredes
Prácticas de escalada en las laderas de los cañones del Sil
photo_camera Prácticas de escalada en las laderas de los cañones del Sil

Si algún día a Donald Trump le da por presidir la Diputación (algo poco probable) y levantar un muro para separar Lugo de Ourense (algo más probable) tendrá la suerte de su lado, ya que la naturaleza se le ha adelantado en la zona de los cañones del Sil (trabajo hecho). El río que lleva el agua para que otro se lleve la fama ha excavado con paciencia una profunda garganta que separa las dos provincias. A un lado Sober y Pantón; al otro, Nogueira de Ramuín y Parada de Sil. Entre ellos, un paraíso natural que ofrece una amplia gama de posibilidades para los amantes del deporte.

Uno de los que se han dado cuenta vive al otro lado de la frontera, en Ourense. Es Miguel Feijóo, un escalador que lleva años equipando la zona con la esperanza de que algún día el mundo descubra un trocito de Galicia que califica como "increíble" para la práctica de un deporte que le apasiona.

"Llevo tiempo equipando bastantes zonas de la Ribeira Sacra junto a Alfonso Böck y la verdad es que es un sitio increíble para la escalada; cada vez hay más gente que viene por aquí, sobre todo de las provincias de Lugo y Ourense", asegura Feijoo, que durante muchos años estuvo federado en Lugo, en el club O Veral.

Equipar una vía consiste en colocar en la pared los anclajes que faciliten futuras ascensiones; es decir, abrir el camino para que la roca pueda ser más 'transitable'. "Ya hemos equipado una vía por encima del embalse de San Estevo río arriba y ahora estamos trabajando en Pantón (entre los pueblos de San Cosmede y Pombeiro), Nogueira de Ramuín y Parada de Sil", señala Miguel Feijóo, quien es consciente que la tierra que pisa no es una tierra cualquiera. "Estoy metido en Escalada Sostenible, una asociación que funciona como interlocutora entre los escaladores y la administración en temas de conservación del hábitat y de crear hábitos respetuosos con la naturaleza. Estamos en contacto con la Xunta porque ésta es una zona dentro de la red natura y hay trabas para practicar la escalada, así que tenemos que pedir autorización con mucha antelación. Cuando todo esto esté más definido intentaremos que llegue al gran público. Pero puedo asegurar que a la gente que viene le gusta mucho", apunta.

La vida es distinta a ambos lados de la frontera, como recuerda Feijóo. "Hay diferencias en cuanto a la vegetación, la zona de Lugo es bosque mediterráneo, mientras que la de Ourense, con orientación norte, es más atlántico. La de Lugo es más calurosa, para escalar en invierno, mientras que la de Ourense es para el verano", asegura, al tiempo que profundiza en el tipo de vías. "No es una zona ideal para iniciarse en el mundo de la escalada, aunque hemos equipado del lado de Lugo un sector muy sencillo. Lo ideal es para grado medio y alto, ahí están las vías de mayor calidad", comenta.

El esfuerzo de retar a la fuerza de la gravedad pared arriba no es el único que hacen Feijoo y Böck. "Yo económicamente no saco nada, tenemos apoyo de la federación y del club O Veral de Lugo para comprar material. Y además hacemos un calendario en Navidad. Con eso costeamos el material, pero el desplazamiento y las horas de trabajo corren de nuestra cuenta, lo hacemos porque nos gusta y disfrutamos haciéndolo. Eso sí, en Galicia el material que tenemos es de muy buena calidad, por lo menos el nuestro. El cañón del Sil está equipado para 30 o 35 años sin problemas", asegura Miguel Feijóo,

Como buen conocedor de la zona, el deportista ourensano ve en la escalada una gran oportunidad para promocionar el cañón el Sil y toda la Ribeira Sacra. "La gente que viene a Galicia a escalar es de un perfil socioconómico medio-alto; no solo vienen a trepar, sino también a conocer nuestra cultura, gastronomía. Es una riqueza que se debería aprovechar. Todo el cañón del Sil es un paraíso para los deportes relacionados con la naturaleza al que se le podría sacar más chicha. Está promocionado para el turismo de catamarán y bodegas, pero hay otros recursos que podrían tirar, como la escalada, el senderismo o la bicicleta de montaña, que son actividades que atraen a mucha gente. Por ejemplo, hay zonas de escalada de difícil acceso a pie, por lo que vamos a ellas en catamarán, lo que no deja de ser un ingreso extra para ellos", concluye.

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