Las causas de una etapa breve

El ya extécnico del Lugo no llegó a cuajar una idea de juego y se marchó del club rojiblanco por distintas razones que impidieron que su proyecto fuera duradero
Hernán Pérez Cuesta se lamenta en el duelo ante la UD Las Palmas en el Ángel Carro. XESÚS PONTE
photo_camera Hernán Pérez Cuesta se lamenta en el duelo ante la UD Las Palmas en el Ángel Carro. XESÚS PONTE

Las causas de una crisis perenne en el Ángel Carro que se llevaron por delante el proyecto de Hernán Pérez Cuesta son variadas, con el común denominador de un grupo que no acaba de cuajar su fútbol ni su capacidad para sumar. El Lugo del técnico asturiano nunca arrancó, pese a que resistió en la cuerda floja durante varias semanas.

Sin solidez en el juego

Hernán Pérez Cuesta no ha sido capaz de dotar a su Lugo de la solidez necesaria para poder superar a sus rivales. El entrenador asturiano ha probado diferentes sistemas sin que ninguno haya fraguado para convertirse en un equipo realmente competitivo. Comenzó la campaña optando por un 4-3-3, con un trío en la medular y otro en la parte ofensiva que no equilibró al equipo ni en campo propio ni en el ajeno. Su modificación a un 4-4-2 pareció dotar de mayor seguridad al grupo en la parte de atrás, aunque a costa de bajar la capacidad de finalización. 

La goleada en Andorra puso en jaque un dibujo que hizo aguas en el Principado, superado por la capacidad de transitar y de encontrar los lados débiles. Además, Hernán Pérez llegó a probar una defensa de cinco, también sin éxito.

La fragilidad del equipo se notaba en cada pérdida, que suponía un desajuste que solía pagarse muy caro, como se observó en duelos como los del Estadi Nacional, Tenerife o La Rosaleda.

Mal rendimiento en defensa 

El actual equipo de Hernán Pérez Cuesta es el Lugo que ha encajado más goles, 23, en la categoría de plata en las doce temporadas que jugó en Segunda División. Los continuos vaivenes en el cuarteto de zagueros, donde ninguna pareja de centrales acabó por consolidarse en el once inicial, la incapacidad del bloque de anular al rival y el bajón físico de las segundas mitades ha lastrado a una defensa en perenne estado crítico. Tan solo los laterales, Miguel Loureiro y Zé Ricardo, han ofrecido un rendimiento más o menos constante en la campaña.

La comparación con el sistema creado la pasada campaña por Rubén Albés, que se caracterizó por su solvencia sostenida a lo largo de la temporada, nunca tuvo una marcha paralela con Pérez Cuesta, que no fue capaz de ofrecer un rendimiento colectivo.

Bajón de calidad en la plantilla

El trabajo de Carlos Pita y Wagner Molina en la dirección deportiva no mejoró a un equipo que había perdido demasiados pilares. La salida de Juan Antonio Ros, Diego Alende, Campabadal y Ricard Sánchez no fue bien suplida. El bajón de calidad en la defensa fue palpable, ya que ni Neyder Lozano, Bruno Pirri o Calavera han podido aproximarse a los zagueros de la pasada campaña. Tan solo las incorporaciones de Loureiro y Zé Ricardo han sido positivas. En ataque, la marcha de Carrillo, máximo goleador la pasada temporada con nueve dianas, no fue suplida, ya que el ansiado ‘nueve’ no llegó nunca pese a las promesas de los responsables de los fichajes del club. 

El paso de Chris Ramos a la punta del ataque dejó huérfana la izquierda y el refuerzo de Baena, llamado a ser un punzón en la derecha, no se ha aproximado al que dio Gerard Valentín en buena parte de la campaña anterior. Desde la salida del extremo catalán el Lugo solo fue capaz de ganar 7 partidos de 34.

Bajas en el equipo

En una plantilla corta —21 futbolistas del primer equipo—, cualquier lesión supone un problema que incide en la capacidad de rendir tanto en los partidos como en los entrenamientos. En el Lugo se cebaron en la parte de atrás, la línea más débil de las que tuvo a su cargo Hernán Pérez Cuesta. 

Bruno Pirri apenas estuvo disponible en seis partidos, Neyder Lozano también causó baja por molestias físicas, Alberto Rodríguez fue sancionado por sus dos expulsiones en la Liga y Álex Pérez sigue en la fase de recuperación de su grave dolencia de rodilla. Además, Orest Lebedenko sufrió problemas en el hombro y Calavera contó poco por varias lesiones musculares.

Otros jugadores que estuvieron tocados en lo que va de temporada fueron Clavería, Manu Barreiro o Chris Ramos.

Actuaciones arbitrales

En momentos puntuales el Lugo también sufrió algunas actuaciones arbitrales que pudieron haber frenado la marcha del equipo. El conjunto rojiblanco manifestó su malestar al sentirse perjudicado en duelos como los de la UD Las Palmas, el Mirandés o el Éibar. Los dos últimos encuentros llegaron en un momento clave para Hernán Pérez, que venía de completar su mejor partido ante el Burgos en el Ángel Carro y podía haber dado un salto con un triunfo frente al Mirandés y haber sumado ante un favorito al ascenso.

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