Capitanes para Luis Milla

La renovación de Manu permitiría al nuevo técnico del Lugo conservar a tres de los hombres fuertes del vestuario del Ángel Carro. Su experiencia será clave para enseñar a los canteranos y mantener unida a la plantilla rojiblanca
Manu, Pita y Fernando Seoane, en la despedida de Setién del Ángel Carro.
photo_camera Manu, Pita y Fernando Seoane, en la despedida de Setién del Ángel Carro.

Los cambios en el CD Lugo no llegarán al brazalete de capitán. Seguirá en los mismos brazos, en los mismos corazones del vestuario, en los cabezas de familia de las últimas tres temporadas en Segunda División. La más que probable renovación de Manu, que se unirá a las de Carlos Pita y Fernando Seoane, mantendrá a tres de los cuatro hombres fuertes de la plantilla lucense. Solo Víctor Marco, que no seguirá en el Ángel Carro, no compartirá proyecto con Quique Setién y Luis Milla.

La continuidad de Manu es una prioridad para la nueva directiva. A falta de confirmación oficial, tanto fuentes próximas al futbolista ourensano como el propio presidente del club lucense, Tino Saqués, admitieron que el jugador renovará en breve, por lo que solo falta que el club comunique públicamente un secreto a voces en los últimos días.

Prometió continuidad en el estilo el nuevo técnico del Lugo. Para ello quiere un grupo de futbolistas similares al que ha poblado las nóminas del conjunto lucense en las últimas campañas. También lo hizo en cuanto a la política de renovaciones, con la que trata de conservar el germen del éxito rojiblanco. Primero fueron sus dos mediocentros. Ahora le tocará al gran capitán, al hombre incombustible que ha guiado desde el lateral izquierdo a su equipo desde la zona media de Segunda B a ser una referencia en la categoría de plata.

Afianzar a Manu en el lateral supondrá seguir con un futbolista que ha sabido crecer con el equipo. Permitirá mantener a un fijo, que solo se ha perdido ocho partidos en los últimos cuatro años en Segunda B y Segunda División. Facilita tener a un carrilero profundo, capaz de ganar línea de fondo, centrar, combinar y finalizar cerca del área rival, defender y ser uno de los principales baluartes en el juego a balón parado del equipo.

Pero conservar a Manu tendrá un valor extra para Milla. Implicará tener a un jugador -como en los casos de Pita y Seoane- que ha sido vital para generar buen ambiente en el vestuario del Ángel Carro, mantener la nave a flote en los malos momentos y controlar el aspecto anímico y extradeportivo dentro de los muros del estadio de la rivera del Miño.

Junto a los tres hombres fuertes del periodo de Setién en Segunda continuarán otros veteranos que pueden ser claves en la temporada de Luis Milla: David de Coz, José Juan y Lolo Pavón, que cumplirán los cuatro una campaña más con el escudo del Lugo al pecho.

El propio técnico del Lugo admitió que reservará para los capitanes y jugadores con años a sus espaldas en Segunda División el papel de ‘padrinos’ de las nuevas generaciones de futbolistas que saldrán de la factoría de As Gándaras.

«Le doy mucha importancia a jugadores que, por su experiencia, conocen bien la categoría», afirmaba Milla en la rueda de prensa de su presentación. «Futbolistas como Manu y José Juan son jugadores que hay que respetar pero que deben entender su rol. Le daremos la importancia que tienen y se merecen», valoraba el preparador turolense, quien añadía que «incidiremos mucho en la importancia del grupo y ellos serán importantes para eso. Deben ser un ejemplo para los jugadores jóvenes. Tenemos que ser capaces de ser una familia».

El mismo Quique Setién era consciente de la importancia que Pita, Manu y Seoane tuvieron en su proyecto deportivo. En su despedida, el cántabro tuvo palabras especiales para los tres jugadores que han renovado recientemente a pesar de que el santanderino no continuaría siendo su entrenador. «Tengo que tener un reconocimiento especial para tres jugadores: Manu, Seoane y Pita, porque ellos fueron mi sustento durante todos estos años, nunca se quejaron y siempre estuvieron tirando del carro», dijo Setién el día de su despedida. A repetir esas palabras aspira también Milla, que tratará de hacer suyos los viejos pretorianos del Ángel Carro.

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