Más efectivos para el centro del campo. La lesión de Campabadal y la salida de Ignasi Miquel dejan al equipo rojiblanco con necesidad de reforzarse en lo que a la zaga se refiere, y así la dirección deportiva ya está buscando los sustitutos para aumentar la competencia en la defensa y resolver esas dificultades que vienen por la falta de recambios y efectivos. Pero es que, además, de lo que puede considerarse como fichajes en el mercado de invierno, el Lugo también comienza el año con la inestimable ayuda que va a suponer para el centro del campo la recuperación de dos jugadores como Sergio Gil y Antonio Campillo.
Ellos pueden considerarse como los otros fichajes para el Lugo en este mercado de invierno. Los dos jugadores están trabajando con el resto de sus compañeros e integrados progresivamente en el trabajo para ayudar lo antes posible a un equipo que quiere recuperar la buena línea de resultados después de los dos tropiezos con que cerró el año 2017.
Antonio Campillo empezó como uno de los jugadores más utilizados por el técnico Francisco Rodríguez, contó con la confianza en el inicio de la temporada y su papel en el equipo fue realmente importante. Aportó dos goles y una asistencia, pero además fue determinante en el dinamismo y capacidad de generar juego del centro del campo rojiblanco, con un papel muy destacado como integrante de esa línea de tres centrocampistas.
Los problemas en el pubis lo apartaron del equipo y comenzó un periodo de recuperación de unas molestias que siempre son muy latosas para el futbolista y que cuesta mucho recuperar. Antonio Campillo está ahora en la parte final de ese proceso y el cuerpo técnico está poder conrar con él en breve porque supondría una alternativa más, una pieza para sumar al centro del campo y en una posición en la que ya no está Sergio Díaz, que se lesionó de gravedad y no jugará en lo que resta de temporada.
Mientras, Sergio Gil no tuvo tanta presencia en el conjunto rojiblanco en la primera vuelta, pero hay que destacar que siempre estuvo ahí como una alternativa más para ayudar en el doble mediocentro o también aportar en esa línea de tres centrocampistas. La baja de Carlos Pita lo dejó como ese sustituto y recambio para jugadores como Ramón Azeez o Fernando Seoane, pero una lesión lo apartó luego del equipo en un momento en el que parecía que podía aparecer como uno de los recambios preferentes para el equipo y todo un comodín. Gil empezó entonces una carrera para recuperarse de la lesión y también está en esos momentos previos a incorporarse a las convocatorias.
Ninguno de ellos puede considerarse como un fichaje en el mercado de invierno, pero son esos fichajes que siempre ayudan y aportan mucho porque se le espera con todas las ganas.
Diego Martínez, su entrenador en el filial hispalense, convenció al centrocampista ofensivo, que contaba con más propuestas, una de ellas la del Lugo.
