El cambio moderado de Joan Carrillo

El Lugo del preparador catalán modificó algunos aspectos del juego rojiblanco y tuvo viejos defectos que se vieron en las etapas de Hernán Pérez y Fran Justo
Moctar El Hacen golpea un balón en el duelo ante el Ibiza en el Ángel Carro. XESÚS PONTE
photo_camera Moctar El Hacen golpea un balón en el duelo ante el Ibiza en el Ángel Carro. XESÚS PONTE

Cambiar con matices. Modificar pequeñas cosas para crear un modelo híbrido, donde el balón aéreo se combinó con el césped para buscar una vuelta de tuerca necesaria. El primer Lugo de Joan Carrillo enseñó un nuevo dibujo, un nuevo once inicial, la recuperación de futbolistas que habían estado en el ostracismo como Bruno Pirri pero algunos viejos defectos que impidieron comenzar la etapa del catalán con una victoria.

Mientras Fran Justo había empleado principalmente el 4-1-4-1, la zaga de cinco en fase defensiva –en contadas ocasiones– y en algún momento puntual el 4-4-2, Joan Carrillo salió ante el Ibiza con un 4-2-3-1 y la posición de Sebas Moyano como clave ofensiva. El cordobés brilló por dentro en una posición que se ajusta a sus virtudes: el desequilibrio, la capacidad de asociación, las finalización desde segunda línea, la libertad para aparecer por zonas débiles de los rivales y trabajo para frenar la línea de creación del contrario.

También vio modificado su rol en el equipo el mauritano Moctar El Hacen. Hernán Pérez lo llegó a situar como segunda punta y Fran Justo como volante ofensivo por delante de Clavería. Por contra, Carrillo lo situó al lado del mediocentro madrileño para formar un doble pivote para barrer cualquier intento de juego del rival y combatir el físico de Diop. El africano del Lugo tampoco rehuyó la función de distribuir el balón, aunque sin tanta efectividad como en tareas de tapón y destrucción.

Otro elemento que se pudo constatar con Carrillo fue el mayor índice de posesión. Hasta un 62% acumuló ante los baleares, aunque el equipo dirigido por Lucas Alcaraz no se caracteriza por discutir la pelota a sus rivales desde la llegada del andaluz al banquillo pitiuso.

Sin embargo, no fue un fútbol a ras de césped exclusivo en el Lugo  del pasado domingo, sino que lo supo combinar con el juego directo sobre Manu Barreiro y el robo y salida a la contra. Los dos modelos fueron empleados con frecuencia, con Sebas como principal punta de lanza en las transiciones.

Este tipo de juego fue el utilizado tanto por Hernán Pérez como por Fran Justo. Los dos técnicos le daban mucha importancia a las llegadas por fuera, con carrileros que centraran las pelotas a la mínima ocasión. También lo empleó constantemente Carrillo, quien envió a Zé Ricardo a meter balones laterales.

Sin embargo, el Lugo acusó uno de sus viejos lastres: la incapacidad para finalizar con peligro. Pese a que probó a disparar en 16 ocasiones, solo 5 de ellas obligaron a intervenir a Fuzato.

La mejora ofensiva torna obligada para un equipo que no tuvo demasiada claridad en su ataque y no sacó partido a su recién creada voluntad de tener el balón.

Reunión de aficionados

La Federación de Peñas del Lugo informó de que hoy, desde las 20.30 horas, en el Pazo de Feiras de la ciudad amurallada, tendrá lugar una reunión abierta a cualquier aficionado del club rojiblanco, sea o no peñista, para tratar posibles movilizaciones "contra a propiedade do clube  nestes momentos tan convulsos", así como "escoitar o sentir xeral dos siareiros".

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