Cambio de cromos en el once del CD Lugo

Jugadores como Pita, Kravets o Chuli han ganado terreno en el equipo titular en los últimos partidos, lo que conlleva que futbolistas fijos en la primera vuelta tengan que recuperar su sitio

De izquierda a derecha, Kravets, Pita, Chuli, Luis Ruiz, Azeez y Mario Barco. EP
photo_camera De izquierda a derecha, Kravets, Pita, Chuli, Luis Ruiz, Azeez y Mario Barco. EP

Jugadores que ganan terreno en la rotación a costa de otros, cuyo rol ha dejado de ser imprescindible para luchar por un puesto antes asegurado. El Lugo ha mudado una piel antes conocida en 2018 para alumbrar un once donde solo Seoane parece tener un sitio fijo.

El entrenador rojiblanco, Francisco Rodríguez, optó por un equipo titular casi inamovible en la primera vuelta. Incluso las modificaciones durante el encuentro solían repetirse, con los papeles de revulsivos bien marcados. El rendimiento del grupo facilitó que el preparador andaluz no mudase para concentrar el rendimiento en apenas 15 futbolistas.

Con Juan Carlos bajo palos y Campabadal, Bernardo, Ignasi Miquel y Luis Ruiz en la zaga, el Lugo solidificó su juego, que se creaba desde la sala de máquinas con Seoane y Ramón Azeez, se aceleraba con la línea de tres formada por Iriome, Fede Vico, Campillo -hasta que su lesión dejó paso a Cristian Herrera- y se remataba en Fydriszewski. Desde el banquillo entraban Albarracín y Mario Barco, quien acabó siendo fijo por el bloqueo del Polaco y su posterior lesión de rodilla.

Sin embargo, en la segunda vuelta los puestos fijos han cambiado. Algunos por obligación -Josete por Ignasi Miquel-, mientras que otros han sido por el crecimiento de jugadores que han ido ganando peso con el paso de los partidos.

El más significativo es, en los últimos encuentros, el de Carlos Pita. El herculino superó definitivamente su lesión de menisco y, como buen diesel, ha ido aumentando sus prestaciones con el paso de los kilómetros.

El mediocentro cuenta con tres de sus cinco titularidades en la Liga en el mes de febrero y llegó incluso a dejar en el banquillo a un Ramón Azeez que parece encontrarse en un bache de forma, a la espera de recuperar el nivel exhibido en 2017.

La veteranía, la capacidad para desarrollar el juego posicional, el talento para llegar desde segunda línea del canterano del Deportivo lo ha aupado por encima del nigeriano, que ha perdido galones en una medular en la que siempre forma Seoane en el doble pivote.

Otro de los futbolistas al que le ha sentado bien el 2018 es al lateral izquierdo Vasyl Kravets. El ucraniano solo había salido de inicio en dos partidos en la primera vuelta. Desde enero lo ha hecho en cinco ocasiones, dejando fuera de la convocatoria a Luis Ruiz las dos últimas semanas. El carácter ofensivo del ex del Karpaty y su estado de forma le han permitido dar un paso adelante.

También lo ha dado Manuel Jesús Vázquez Florido, Chuli. Saliendo de inicio en los últimos cuatro partidos ha arrinconado a Mario Barco, que debe esperar su sitio en el banquillo para revolucionar los partidos en el segundo tiempo. Chuli anotó un gol ante el Barça B y comienza a brillar en lo físico, lo que le permite ser útil para la presión sobre los centrales rivales y estar siempre listo para tomar el espacio libre o rematar.

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