Brotes blanquiazules en el Residencia

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«Estamos ante una gran generación». Son las palabras de Pablo Cascudo, entrenador del Residencia B que junto a Kini, se encargan de formar a un equipo que acaba de proclamarse campeón de Segunda Sur B. La temporada ha sido casi perfecta, con catorce jornadas disputadas, los blanquiazules solo han conocido una vez la derrota: el balance ha sido de once partidos ganados y dos empates.

El objetivo es claro. «Nos centramos en formarlos como futbolistas y como personas», señala Cascudo. El primer punto está en marcha con resultados muy positivos. Se trata de una plantilla de mucha calidad, con un intercambio de posiciones que enriquece el sistema y con una idea de juego eminentemente ofensiva; prueba de ello son los sesenta y siete goles que han logrado hasta la fecha, casi treinta más que el segundo clasificado, el EF Polvorín.

La segunda meta no es menos importante. Cascudo y Kini tratan de que sus jugadores no descuiden ni el más mínimo detalle. Desde la puntualidad, el afán de mejorar, la convivencia o el comportamiento en la mesa, todo lo ajeno al fútbol es indispensable y premiado en el proceso de aprendizaje de este grupo de trece jugadores. La recompensa: balones, mochilas o cualquier otro artículo deportivo. Pequeños pluses que fomentan el crecimiento del equipo.

LUIS, CAPITÁN

Luis (9) es el líder dentro y fuera del campo. Su labor sobre el terreno de juego, además de mover al equipo en la medular, es evitar que cunda el desánimo cuando el partido se complica. «Cuando nos marcan les digo que no pasa nada, que podemos sacarlo adelante». Fuera del césped se encarga de dirigir el calentamiento previo a los partidos, una rutina que nace en los entrenamientos semanales, donde todos rotan para asumir esta práctica.

Luis reconoce que los duelos ante el Polvorín o el Escuelas tienen un matiz especial. «Sin querer te los tomas más en serio. Hay rivalidad». El centrocampista se lució ante sus dos máximos adversarios, con goles y asistencias decisivas que ayudaron al Residencia a acercarse un poco más al título.

Pablito es otra de las figuras. Juega de delantero por la banda derecha y al igual que Luis, es su cuarto año en el equipo. Su fuerte es generar juego para que sus compañeros lo tengan más sencillo. «Soy más de dar asistencias que de marcar goles».

De sus botas nacieron dos de los tres tantos ante el Escuelas (3-3) en uno de los partidos clave de la temporada. «Nos costó, son muy buenos», reconoce el ariete sobre el conjunto rojiblanco.

COPA

Tanto el capitán como el atacante prefieren ser prudentes. «Va a ser difícil», afirma Luis. «Habrá más nivel y tenemos que trabajar más duro que en la Liga». Pablito no se aventura a hacer pronósticos. «La Copa es complicada, hay muchos favoritos», señala.

Y el Residencia es uno de ellos. De calidad, fútbol e ilusión van sobrados. Si el azar acompaña, el trofeo puede ser blanquiazul.

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