El Breogán quiere iniciar otra cuenta

El conjunto lucense busca en Murcia su primera victoria de la temporada a domicilio con las dudas de Cvetkovic y Lucio Redivo

Cvetkovic avanza ante Llovet en el Breogán-Obradoiro del sábado. J.VÁZQUEZ
photo_camera Cvetkovic avanza ante Llovet en el Breogán-Obradoiro del sábado. J.VÁZQUEZ

Una vez más, y así está siendo desde el mismo inicio de la pretemporada, la situación física de varios jugadores determinará en gran medida las opciones del Cafés Candelas Breogán en el duelo que juega esta tarde (18.00 horas, en el Palacio de los Deportes de Murcia) ante el Ucam Murcia.

Y es que al margen de las ausencias confirmadas de Henk Norel -aunque está siendo sustituido por Jerome Jordan-, de Ricardo Úriz y de Tarence Kinsey, el equipo lucense viaja con jugadores tocados -Sulejmanovic o Brown, que no estarán en plenitud de condiciones- y con otros cuya participación aún está en el aire y dependerá de cómo hayan evolucionado en las últimas horas. Son los casos de Cvetkovic, con una lumbalgia que ya le impidió jugar la final de la Copa Galicia, y de Redivo, que precisamente en ese encuentro recibió un fuerte golpe en un rodilla.

Por lo tanto, una vez más el Cafés Candelas Breogán tendrá que superar, al margen del rival, a sus propias limitaciones. Con todo, el equipo lucense, reforzado anímicamente tras el doble triunfo logrado frente al Obradoiro, acude hoy a la cita de Murcia convencido de poder conseguir su primer triunfo a domicilio de la temporada.

Otra baza para los lucenses estará muy probablemente en el juego interior, en especial en Sulejmanovic y Alec Brown

El Murcia, cuyo objetivo se centra en la clasificación para los play off, no ha respondido a las expectativas y su rendimiento en los cinco encuentros que ha disputado - tiene pendiente el de la segunda jornada ante el Estudiantes- está lejos de lo que se le supone. Además, su rendimiento en la Liga Endesa - penúltimo con una victoria en cinco partidos- choca con su intachable trayectoria en la Basketball Champions League, en la que después de cuatro partidos se mantiene invicto.

Sin embargo, esos resultados europeos no sirven para tapar lo verdaderamente importante, que es la competición doméstica. La última derrota, ante un recién ascendido como el Baxi Manresa (79-84), generó cierto nerviosismo en el entorno del conjunto murciano, consciente de que un nuevo tropiezo en el encuentro de hoy, y con la perspectiva la próxima semana de la visita al Palau Blaugrana, dejaría al equipo que dirige Javier Juárez en una situación delicada.

Y esta ansiedad de los locales puede ser la primera baza para un Breogán que puede afrontar el encuentro con mayor tranquilidad. El técnico lucense, Natxo Lezkano, definió al Murcia como un "equipo muy físico" y efectivamente los jugadores de Juárez hacen gala de ello, en especial en el trabajo defensivo, aunque se vienen mostrando muy erráticos en ataque, su principal hándicap esta temporada.

A falta de juego de conjunto, el Murcia busca en muchas ocasiones solucionar a base de individualidades, lo que no está teniendo un resultado positivo. Sus problemas ofensivos se adivinan a través de los números. El conjunto murciano es el segundo de la Liga, tras el Delteco, que menos anota (68,8 por partido). En esto tiene mucho que ver, en primer lugar, su deficiente porcentaje de aciertos en tiros de dos puntos, el peor de la Liga con un 45,6 por ciento, que no es mucho mejor en tiros libres (68,9 por ciento) y que tampoco mejoran mucho en el triple (30,7 por ciento), donde además es el equipo que menos utiliza el lanzamiento de tres puntos. Además, es el conjunto que captura menos rebotes defensivos, lo que limita también sus opciones de atacar en transición.

Por lo tanto, la defensa volverá o tendrá que ser de nuevo el principal aliado del Breogán. Si el Murcia no empieza anotando con cierta fluidez, todos los males anteriormente citados podrían quedar al descubierto, con lo que se potenciarían las opciones breoganistas. Otra baza para los lucenses estará muy probablemente en el juego interior, en especial si tanto Sulejmanovic como Alec Brown pueden ser utilizados con cierta normalidad por el técnico Natxo Lezkano.

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