El Cafés Candelas Breogán visita al Tecnyconta Zaragoza con el objetivo de contrarrestar sus lesiones y el ritmo de juego de su rival y romper la mala serie de resultados en que se encuentra inmerso después de haber protagonizado otra positiva.
Los lucenses, tras haber llegado a seis victorias con cuatro consecutivas en la recta final de 2018 y el primer partido de 2019, han enlazado tres derrotas seguidas, dos de ellas esperadas, ante el Barcelona y el Valencia, y una más dolorosa, ante el BAXI Manresa, que se llevó el triunfo del Pazo dos Deportes la semana pasada.
El conjunto gallego fue siempre a remolque en ese partido, desperdició las oportunidades que le dieron los manresanos para ponerse en ventaja y confirmaron la derrota en el último cuarto. Además, perdieron por lesión al serbio Dragicevic, el jugador que había llegado a Lugo para intentar contrarrestar la marcha de Jerome Jordan, y que estará de baja más de un mes. En cambio, ha recuperado a Ricardo Úriz, aunque todavía no está en plenas condiciones para ayudar al equipo.
Sigue sin poder contar con uno de los jugadores que estaban llamados a marcar la diferencia, Henk Norel, que aún no ha podido debutar, y esta semana Elijah Millsap, a quien el técnico le ha pedido públicamente que cambie el chip y se adapte al juego del equipo y la Liga Endesa, ha sufrido una gastroenteritis que le ha debilitado, aunque podrá estar en Zaragoza.
Enfrente, además, estará un rival al que Natxo Lezkano considera que es “muy compensado” e impone, además, el ritmo más alto de juego de la Liga Endesa. "Para ganarles, el balance defensivo va a ser clave porque, si permitimos esas canastas que hacen al contraataque, tenemos muchos boletos para perder", sostuvo el técnico del Breogán.
En el partido de la primera vuelta, en el Pazo dos Deportes, el Cafés Candelas Breogán se desinfló en el último cuarto (82-86) de una cita que tenía encarrilada, ya que llegó a ir ganando de quince puntos a falta de trece minutos.
