El Río Breogán buscará un final feliz en Granada

El equipo lucense empata la serie final tras un duelo intenso y que se decidió en los últimos instantes. Sergi Quintela lideró en el tercer cuarto los mejores momentos de los celestes
Sergi Quintela VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Sergi Quintela. VICTORIA RODRÍGUEZ

El ascenso a la ACB a un solo partido. El Río Breogán consiguió forzar el encuentro de desempate, que se jugará el domingo en el Palacio de los Deportes de Granada a las 19.00 horas, al derrotar este jueves al Covirán Granada (81-78) en un intenso y emocionante encuentro.

Lo cierto es que el conjunto breoganista solventó una situación complicada. Toda la presión era para el equipo lucense, al que una derrota le apartaba de la competición. Los jugadores de Diego Epifanio volvieron a demostrar que en el Pazo son un equipo mucho más sólido, intenso y que se agarra a los partidos de la forma que sea. El de este jueves fue un triunfo que puede valer un ascenso. Cierto que el Granada tendrá a favor el factor cancha, pero también lo es que el empuje anímico de los breoganistas es significativo. La presión, el domingo, será para los dos equipos pero con la diferencia de que es el Granada el que ya dejó pasar una oportunidad y el que posiblemente haya sufrido un mayor desgaste en los dos encuentros disputados de la final.

"Volvieron a demostrar que en el Pazo son un equipo mucho más sólido, intenso y que se agarra a los partidos de la forma que sea"

El encuentro no se resolvió hasta los instantes finales. Es más, el Covirán Granada tuvo cinco segundos para, sacando bajo su canasta porque Pablo Pin se había quedado sin tiempos muertos, poder igualar el encuentro, pero el alejado lanzamiento de Lluis Costa, un pelín precipitado, no encontró el aro rival.

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MÁXIMA VENTAJA. El Breogán alcanzó el minuto 34 de partido con su máxima diferencia (74-62). Una ventaja que había costado sangre alcanzar y que se había cimentado en primer lugar en la superioridad local en el rebote (el Breogán capturó 19 rechaces bajo el aro rival), por la limitación en las pérdidas (cinco en la segunda parte por los once de los veinte primeros minutos) y en el gran trabajo de Sergi Quintela, que impulsó desde el tercer cuarto a los suyos.

Una joven breoganista luciendo su bufanda VICTORIA RODRÍGUEZ

Pero esa diferencia se redujo paulatinamente. En primer lugar por la buena racha de Christian Díaz, que lideró la reacción de su equipo y también porque los granadinos supieron aprovechar los tiros libres. En definitiva, a dos minutos del final, el marcador ya se había estrechado peligrosamente para los locales (76-73).

Una canasta de Larsen y un posterior error de los andaluces volvía a dar oxígeno al Breogán, aunque una pérdida de Sollazzo y una posterior y alejadísima canasta triple de Broleph, con evidentes problemas físicos desde el descanso, abrían a falta de 25 segundos todas las posibilidades (78-76). Un tiro libre anotado por Erik Quintela y una posterior canasta de Lluis Costa —los locales prefirieron no arriesgar una falta— establecía un 79-78 en el electrónico. A falta de cinco segundos, Ahonen era objeto de una falta personal y el finlandés anotó los dos tiros libres definitivos. Los únicos puntos que consiguió en todo el partido.

Antes de llegar al tramo decisivo, el partido había transcurrido con la tensión y las imprecisiones propias de un encuentro de estas características. Empezó mandando el Breogán, que a los tres minutos ganaba por nueve puntos (13-4). El Granada solo obtenía respuesta por medio de Bropleh, que a los seis minutos había anotado once de los doce puntos de su equipo (13-12). Realmente el alero con pasaporte liberiano parecía imparable, aunque el Breogán encontró la solución para que dejara de jugar tan cómodo. Diego Epifanio puso en pista a tres grandes (Kacinas, Cruz y Larsen), con lo que además de intentar imponerse en el físico hizo que el lituano se emparejara con Bropleh. No solo el jugador del Granada vio interrumpido su festival anotador —acabó el primer cuarto con 14 puntos— sino que además sufrió en defensa, donde Kacinas le buscó una y otra vez en el poste bajo. 

El Breogán había llevado el partido donde le interesaba pero las once pérdidas de balón antes del descanso lastraban sus opciones, aunque el Granada tampoco había sacado excesivo rédito (39-41). Después, el Breogán limitó esos errores y consiguió el triunfo que le permite seguir pensando en el ascenso. Será un cara o cruz.

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