89-83. El Breogán acaricia la Copa tras un partido para la historia ante el Baskonia

Musa, con 26 puntos, Cruz y Kalinoski fueron los puntales de un conjunto lucense que hizo vibrar al Pazo
Los jugadores del Breogán, tras la victoria ante el Baskonia. VICTORIA RODRíGUEZ
photo_camera Los jugadores del Breogán, tras la victoria ante el Baskonia. VICTORIA RODRíGUEZ

La fiesta en la que se convirtió este miércoles el Pazo dos Deportes tenía buenos motivos. En primer lugar porque los aficionados volvieron a disfrutar, como viene siendo habitual esta temporada, de un magnífico espectáculo y de un equipo que enamora por su juego y por su implicación. Pero, además, se suma la novena victoria cuando aún resta una jornada para acabar la primera vuelta liguera. Las perspectivas del futuro en la competición no pueden ser mejores. Y, finalmente, porque está a punto de cumplirse un sueño.

El triunfo de este miércoles, ante todo un equipo de Euroliga que muy probablemente tendrá que ver la Copa por televisión, sitúa al Río Breogán con pie y medio en la Copa del Rey. Un hito histórico para un recién ascendido —solo el Bilbao Basket fue capaz de conseguir jugar la Copa el año de su ascenso—, y también para el conjunto lucense, que sólo en 1990 pudo alcanzar la fase final de la competición copera. [Consulta aquí las cuentas del Breogán]

El conjunto lucense asegurará su presencia en Granada, del 17 al 20 del próximo mes de febrero, si gana el domingo en la cancha del Obradoiro, pero aún si pierde tiene muchas papeletas para clasificarse. El Breogán sólo quedaría fuera si cayera en Santiago, el Baskonia es capaz de ganar al San Pablo Burgos remontando 61 puntos en el average general a los lucenses. También si, en caso de caer en Santiago, el Gran Canaria gana los dos partidos que le restan (ante Valencia y Obradoiro) y compensando la ventaja que tiene el Breogán en el average general, que en este caso es de 101 puntos.

El Río Breogán afrontó el encuentro de este miércoles dispuesto a no dejar pasar la oportunidad. No se inquietó con el buen inicio de un rival que figura entre los grandes del baloncesto europeo, volviendo a demostrar que saben a lo que juegan y que creen en lo que hacen

Y lo primero que demostraron los jugadores que el miércoles dirigió Javi Muñoz es que no se iban a repetir los errores cometidos ante el Joventut. Se controló el rebote, sobre todo bajo propio aro, y se minimizaron las pérdidas. En ataque, sobre todo tras el descanso, se tuvo la paciencia y la capacidad de generar buenos lanzamientos y, desde luego, no apareció la precipitación que en el anterior encuentro hizo mucho daño. Y con todo esto, dos aspectos claves.

Primero la intensidad defensiva que, sobre todo en el tramo final, causó serios problemas al rival y después la aportación de jugadores como Erik Quintela, Iván Cruz o Tyler Kalinoski, que saliendo desde el banquillo supieron mantener, y en algunas fases superar el nivel de los sustituidos.

En el potente equipo rival, Neven Spahija se había cansado, desde el mismo momento en el que finalizó el partido que ganaron en Andorra el pasado domingo, en repetir que su equipo necesitaría la máxima intensidad desde el inicio y mucho trabajo defensivo.

Tras encajar 89 puntos está claro que no logró su propósito. Pero, además, el Baskonia mostró, para el nivel que se le supone, carencias importantes. Un equipo que apuesta casi exclusivamente por el lanzamiento triple, prescindiendo del juego interior y prácticamente de los puntos llegados en transición —aunque su mejorable defensa no les permitió muchas opciones— es un equipo desequilibrado y que fía todo al acierto. Los de Vitoria lanzaron nada menos que 43 lanzamientos de tres puntos (para anotar 15) y solo 15 tiros de dos puntos. Aspectos estos, la defensa y la dependencia del triple, que explican la gran irregularidad del equipo vasco.

Y está tónica fue la que marcó el partido. El Baskonia llevó la iniciativa durante el primer cuarto, gracias a su 4 de 8 en los lanzamientos triples. De todas formas ya se habían divisado ciertos problemas en la defensa de los de Spahija. Mahalbasic no encontraba oposición en Enoch y los locales, aun sin estar especialmente acertados se mantenían con una buena anotación, 19 puntos al final de los diez primeros minutos.

El Bitci Baskonia llevó la inquietud a las gradas al inicio del segundo cuarto con su máxima ventaja (19-27), pero el Río Breogán, lejos de derrumbarse, supo sobreponerse y liderado con Musa era capaz de igualar el marcador cinco minutos más tarde (43-43). El Baskonia, con cinco triples en este cuarto, mantenía las mismas sensaciones. Pero mientras el Río Breogán era cada vez más equipo en su juego, con mayor dedicación y trabajo, en el Baskonia el acierto fue desapareciendo para la desesperación de sus jugadores que no encontraban otra manera de llegar al aro local.

Los tres últimos minutos del tercer cuarto —se pasó del empate a 61 al 69-62 del final— fueron un empujón definitivo para la confianza local y una losa para un rival que empezaba a temer que el desastre —para el Baskonia no estar en la Copa es un fracaso sin paliativos— se acercaba. De hecho, el último cuarto fue de total dominio breoganista.

Las diferencias empezaron a establecerse por encima de los diez puntos (76-65) en el minuto 33, pero además con la sensación creciente de que los vitorianos ya no tenían capacidad —insistiendo hasta la saciedad en los tiros triples— para darle la vuelta al marcador. El triunfo fue incontestable por juego y por deseo. Javi Muñoz pudo conseguir su objetivo, que no era nada fácil dadas las circunstancias y los rivales: situar al Breogán a un paso de la Copa.
 

Ficha técnica
89-Río Breogán (19+31+19+20): Bell-Haynes (7), Musa (26), Lukovic (4), Mahalbasic (14), Sergi Quintela (5) -cinco inicial- Kalinoski (15), Sakho (2), Erik Quintela (2), Iván Cruz (11), Kacinas (3).
83-Bitci Baskonia (24+23+15+21): Baldwin (15), Granger (12), Enoch (9), Peters (17), Giedraitis (4) -cinco inicial- Costello (10), Fontecchio (6), Kurucs (7), Sedekerskis (3).
Árbitros: Fernando Calatrava, Martín Caballero y Cristóbal Sánchez. Eliminaron a Enoch (m.38).
Incidencias: Partido aplazado de la jornada 17 disputado en el Pazo dos Deportes de Lugo, con a foro reducido, ante unos 3.000 espectadores.

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