El Ángel Carro dirá adiós el 30 de junio a uno de sus ídolos desde hace tres años. La decisión del técnico rojiblanco, Quique Setién, de no contar con José María Belfortti para la próxima campaña alejará definitivamente al argentino del césped lucense. El central no se marcha sorprendido por la baja, pero sí con un sabor agridulce por no haber disfrutado de los minutos que hubiese querido en Segunda División.
«Comencé a verlo venir porque en enero Quique me había dicho que tendría difícil jugar. Aunque luego puedes jugar algunos partidos no es lo mismo. Aun así, siempre tuve una esperanza de quedarme. Al final el club decidió que no siga, aunque me hubiese gustado continuar», indicó ayer Belfortti.
«El balance de la temporada va de acuerdo con los partidos que juegas y, al final, al haber actuado en pocos no estoy conforme con la temporada. No jugué todo lo que me hubiese gustado. Los partidos que lo hice, tanto de central como de mediocentro, creo que me salió bien. Pero no pasa nada, se dieron las cosas así. A otros jugadores les tocó irse en el pasado y ahora me toca a mí. No hay problema», afirmó el argentino.
