Dos banquillos semejantes

Dos técnicos jóvenes, con estilos e intenciones similares para construir dos equipos que buscan su sitio en Segunda División

Alberto Monteagudo y Jagoba Arrasate. XESÚS PONTE @LALIGA
photo_camera Alberto Monteagudo y Jagoba Arrasate. XESÚS PONTE @LALIGA

Dos técnicos jóvenes, con estilos e intenciones similares para construir dos equipos que buscan su sitio en Segunda División. Dos preparadores que se medirán en El Sadar este domingo (16.00 horas) con la intención de encontrar el hábitat para el que fueron confeccionados: la zona alta en el Osasuna y no pasar apuros en el Lugo. Alberto Monteagudo y Jagoba Arrasate tienen menos de 45 años -44 en el caso del entrenador del club lucense y 40 en el del navarro- pero con distinta experiencia en la élite.

Monteagudo cumple esta campaña una década sentándose en los banquillos. Lo hizo siempre en Segunda B hasta que el Lugo le dio la oportunidad de acceder a la categoría de plata. El manchego cuenta con una buena experiencia como futbolista, llegando a debutar en Primera División con el Albacete aunque jugó principalmente en las categorías de plata y bronce del balompié español.

Por su parte, Arrasate no pasó del filial del Éibar y el Portugalete en el País Vasco como jugador y pronto se dedicó a los banquillos entrenando en Tercera al Elgóibar. El de Berriatua tuvo su primera gran experiencia -tras ser entrenador de base en Zubieta y ser segundo de Philippe Montanier en la Real Sociedad- en Primera División, cuando en 2013 tomó los mandos de la Real. Tras dos años en Anoeta, Arrasate firmó por el Numancia en 2015, equipo al que entrenó tres campañas llegando a quedarse a las puertas del ascenso el pasado mes de junio. En Osasuna cumple su sexta campaña como preparador jefe.

Monteagudo y Arrasate comparten una idea de juego basada en la presión alta, el despliegue físico de sus jugadores y las llegadas por los costados.

Tanto en el Numancia como aen el Osasuna, Arrasate busca que el bloque esté lo más alto posible para robar cerca del área rival y salir rápido. Para ello, sus equipos suelen estar bien preparados en lo físico y no desfallecen en los últimos minutos de los partidos.

En cuanto al dibujo, suele partir de un 4-2-3-1. Mientras opta por laterales largos como Clerc, Nacho Vidal o Lillo como seña de identidad en defensa, en la zona ofensiva forma con un mediapunta -normalmente Roberto Torres-, dos extremos -Juan Villar y Rubén García- y un delantero: Brandon. Sin embargo, Arrasate ha ampliado su paleta de esquemas y ha empleado en varios partidos un sistema con tres defensas centrales y dos laterales largos, mientras que tampoco ha desdeñado el empleo del 4-1-4-1.

Por su parte, Monteagudo también emplea la presión alta para el robo en zonas peligrosas y la apertura del campo con los laterales -Campabadal y Kravets o Luis Ruiz-. En el dibujo suele emplear también el 4-2-3-1 con Campillo o Cristian de enganche, aunque también ha optado por el 4-4-2, con Herrera más adelantado junto a Dongou o Escriche.

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