Seoane, la ausencia más complicada para el CD Lugo

Cuando el Lugo decidió traspasar a Ramón Azeez sobre la bocina del último día del mercado de invierno las miradas se posaron sobre la figura de Fernando Seoane. Si el de Ames había sido un jugador fundamental en las seis temporadas anteriores, lo sería más en el segundo tramo de la actual. Sin recambio natural tras el traspaso del nigeriano al Granada por 300.000 euros, una lesión del mediocentro gallego sería una baja difícil de asumir y obligaría al técnico rojiblanco, Alberto Monteagudo, a encontrar la pareja adecuada a Carlos Pita en la medular. Este será el escenario del club lucense para, como mínimo, las próximas cuatro semanas después de la rotura en asa de cubo del menisco interno de la rodilla izquierda de Seoane.

La dolencia del futbolista de Ames se produjo durante el entrenamiento del martes, cuando en un mal giro se produjo una «torsión en su rodilla izquierda», tal y como reza el parte médico del Lugo. Tras realizarle una resonancia magnética ayer, se determinó que Seoane sufre la citada rotura, lo que obligará a una cirugía para reparar la zona esta misma semana.

El parte médico habla de un periodo de recuperación estimado «no inferior a cuatro semanas». Este fue el tiempo establecido en casos similares a los de Seoane, como el del mediocentro brasileño Thiago Motta en septiembre de 2007, cuando, por entonces en el Atlético, sufrió exactamente la misma dolencia que Seoane. Sin embargo, Motta tardó más en aparecer por problemas en la articulación.

Si los plazos se cumplen, Monteagudo estará sin Seoane en los partidos ante Cádiz, Albacete, Alcorcón, Osasuna y, probablemente, contra el Córdoba. Si su recuperación es buena podría llegar al duelo contra el Granada -el equipo de Ramón Azeez- el 21 de abril en el Ángel Carro.

Para estos cinco complicados partidos y con el Lugo con solo cuatro puntos de distancia sobre la zona de descenso, Monteagudo tendrá que situar a un nuevo compañero al lado de Pita. En el entrenamiento de ayer fue Sergio Gil el que formó con el herculino, mientras que la otra pareja que trabajó sobre la medular de O Ceao fue la formada por Aburjania y Campillo.

Sin embargo, ninguno de los futbolistas que hay en la plantilla presentan el perfil de Seoane, que es el encargado de equilibrar el centro del campo, cerrar los espacios entre la defensa y la segunda línea ofensiva, de acudir a las ayudas y las coberturas a sus compañeros así como distribuir la pelota. No en vano, Seoane está entre los diez mejores de Segunda División en estadísticas como entradas ganadas, pases buenos y pases totales. Un problema.