Fran Justo, arquitecto del Ourense CF y joven admirador de Bordalás

El nuevo técnico rojiblanco se crió en el club de Oira y dio el gran salto en el Arenteiro, al que llevó a la gloria en la Copa del Rey
Fran Justo en su primer día de trabajo en O Ceao. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Fran Justo en su primer día de trabajo en O Ceao. VICTORIA RODRÍGUEZ

Nacido el 24 de agosto de 1989 en Ourense, hijo de Paco y Lola y hermano de Marta, Francisco Rodríguez Justo aterriza en el fútbol profesional a los 33 años como un joven enamorado del fútbol y con madera de técnico desde muy pequeño.

Fran Justo, que residió años en la céntrica calle Emilia Pardo Bazán de Ourense y actualmente vivía en el barrio de A Ponte, comenzó a darle patadas al balón  en el patio del colegio Maristas de la capital ourensana cuando tenía seis años. Facchetti, un técnico icónico en la ciudad de As Burgas fue su primera referencia en el mundo del fútbol, antes de subir al fútbol 11 para llegar al Pabellón Ourense, el Velle y el Ponte Ourense. Como jugador, su carrera deportiva fue corta y todos los recuerdan con un chaval espigado que ocupaba el puesto de lateral izquierdo y que tenía buen toque de balón y capacidad para enviar buenos centros a sus compañeros.

Sin embargo, desde muy pequeño, cuando Fran Justo se vestía de corto, no perdía de vista lo que se cocía en los banquillos. Hablar de Fran Justo es hablar de uno de esos chavales que siempre estás convencido de que serán preparadores de fútbol. Su visión del juego y su carácter los conducen irremediablemente hacia ahí.

En su segundo año de juvenil ya comenzó a entrenar y se dio lanzó a examinarse de todos los niveles, así el primero se lo sacó  a los 21 años, el segundo nivel cuando tenía 22 años y el tercero ya lo adquirió con 24 años.

Su primer éxito en los banquillos llega en el fútbol provincial sénior ourensano con el ascenso del Nogueira de Ramuín desde la Primera Autonómica a la Preferente, aunque posteriormente pierde dicha categoría.

De vuelta al organigrama del Ourense CF, desde el club del barrio de A Ponte tenían claro que debía ser el arquitecto sobre la que construir un buen proyecto con miras ambiciosas. Y así fue. Fran Justo llevó al conjunto ourensano desde la Preferente a la Tercera División, unos años después rozó la clasificación para el play off y al siguiente se quedó a un paso del ascenso a la Segunda Federación al perder la gran final ante el Compostela con un tanto solitario del monterrosino Pablo Antas.

Fran Justo deja entonces el Ourense CF y toma rumbo hacia O Carballiño para dirigir al Arenteiro. Serio y exigente en su trabajo y con unos conceptos futbolísticos claros que recuerdan mucho a Pepe Bordalás, Fran Justo consigue subir al Arenteiro desde la Tercera a la Segunda Federación y ponerlo en boca de todo el mundo con una racha espectacular de 21 partidos sin perder, aderezada con un título de la Copa Federación y la eliminación en la Copa del Rey de un Primera División como el Almería. Su valentía le lleva ahora a renunciar a una posición de acomodo y ser considerado el rey de cada calle de O Carballiño y una eliminatoria de postín ante el Atlético, para apostar por el estreno en el fútbol profesional con el reto de salvar a un Lugo que está en puestos de descenso. El Templo de la Veracruz llora su adiós pero este chaval viene con ganas de más pulpo.

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