Cinco jornadas le sobraron al Sacido para recuperar la categoría que perdió el año pasado. Antonio Casal dirgió con mano maestra a un grupo muy solvente de jugadores cuyos registros no dejan ningún lugar a dudas sobre la tiranía esgrimida en la Liga de Tercera Autonómica.
EL SACIDO cerró ya su primer objetivo, el ascenso a Segunda, y ahora intentará conseguir cuanto antes el título, que puede caer ya este mismo fin de semana. Antonio Casal ha sido uno de los grandes triunfadores de la temporada en Tercera Autonómica, con una dirección impecable de un grupo de jugadores que han superado todos los registros, convirtiéndose en el primer equipo lucense en sellar el cambio de categoría.
¿Qué análisis hace de este ascenso de categoría?
Lo veo como un gran logro. Por los números puede parecer sencillo, pero el club trabajó mucho y bien durante el año. No se da muchas veces que un equipo pueda estar ya ascendido a falta de cinco jornadas, con solo dos puestos directos.
¿Cuándo comenzó a pensar en subir?
La verdad es que en la pretemporada sabía que podíamos alcanzar algo importante, ya que había una gran directiva y un grupo de jugadores muy cohesionado.
¿Cuál ha sido la clave del éxito del Sacido?
El trabajo semanal.
