Casi una treintena de jugadores vistieron la camiseta del conjunto rojiblanco bajo la gestión deportiva de Emilio Viqueira, aunque hubo uno que destacó por encima de todos y que consiguió poner luz a un año oscuro para el Lugo.
José Carlos Lazo, actualmente en el Almería, llegó al Ángel Carro procedente del Getafe después de realizar un gran segundo tramo de temporada con la camiseta del Recreativo de Huelva, en Segunda División B. El desparpajo, la velocidad y el dominio de balón del futbolista gaditano no pasó desapercibida para una afición rojiblanca falta de un ídolo al que aferrarse. A pesar de no ser indiscutible en la primera vuelta, la llegada de Alberto Monteagudo y la posterior de Eloy Jiménez al frente del banquillo, provocaron que el juego de conjunto rojiblanco girase en torno a la calidad de Lazo.
Con ocho goles y dos asistencias, José Lazo dejó una gran huella entre una afición que durante el mercado de verano pidió a gritos su regreso a Lugo. La fuerte apuesta del Almería por hacerse con el jugador pesó en la decisión del Getafe y del propio Lazo, que finalmente de marchó al conjunto andaluz.
Uno de los goles más recordados del jugador nacido en Sanlúcar de Barrameda fue el de la victoria ante el Deportivo de la Coruña en el Ángel Carro. El Lugo llegaba a ese partido con el agua al cuello y el conjunto coruñés pretendía conseguir tres puntos que le engacharan definitivamente al play off de ascenso a Primera División.
Un golpeo seco de Lazo desde la frontal del área tras un gran pase de espuela de Cristian Herrera sacaba al Lugo de los puestos de descenso y enloquecía a un Ángel Carro lleno hasta la bandera que todavía le recuerda con cariño.
