El CD Lugo decidió tomar la pluma en agosto para escribir la pagina más importante de sus sesenta años de historia en una temporada de ensueño. Diez meses que se presumían de un sufrimiento absoluto dejan finalmente un poso agradable en la memoria de los aficionados rojiblancos.
El conjunto del Ángel Carro inició su segunda aventura en Segunda División bajo la condición de novato y en medio de las dudas de su capacidad de adaptación a la antesala de la élite futbolística española. Pero la plantilla despejó cualquier atisbo de incógnita desde el inicio. Las primeras jornadas enseñaron a un equipo que daría que hablar por juego y resultados y que nunca pisaría las posiciones de descenso. El grupo de Quique Setién eclosionó en el mes de diciembre, en el que dio un estirón que lo situó en la zona media de la clasificación, que no abandonó ya el resto de la temporada.
NOMBRES PROPIOS. Manu encabeza una plantilla revalorizada
La temporada del Lugo dejó grandes nombres en el tintero rojiblanco. Comenzando por el gran capitán y hombre récord, Manu, y continuando por jugadores consolidados como Carlos Pita, Seoane o Víctor Marco, la plantilla revalorizó a varios de sus integrantes por méritos propios.
Malestar en la afición de la Ponferradina por el empate ante el Lugo
Un resultado de fútbol como motivo de divorcio entre un matrimonio bien avenido. Al menos así lo percibe la afición de la Ponferradina, cuyo dolor por la pérdida de la posibilidad de luchar por el ascenso a Primera División se trasladó a las redes sociales. En ellas se mostró un malestar palpable por el incumplimiento de un ‘Pacto de los Ancares’ que solo existió sobre el aire del recuerdo de una buena relación de amistad.
