Andoni López: "Creo más en la actitud que en la táctica para adaptarme a un club"

El carrilero vasco llegó al equipo rojiblanco el último día de enero y ha jugado todos los partidos de Liga desde entonces. El futbolista, que tuvo su primera titularidad ante el Éibar, sabe que es clave comenzar a rendir desde el minuto uno para ayudar al equipo a salvarse
Andoni López en O Ceao. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Andoni López en O Ceao. VICTORIA RODRÍGUEZ

Sin tiempo para pensar, para lamentarse o celebrar un cambio de equipo. Sin tiempo para pensar dónde estarán las maletas, cómo jugará un equipo o si la ciudad a la que se llega es del agrado o no. El jugador debe adaptarse rápido, porque el fútbol solo vive del presente. Lo sabe bien Andoni López (Barakaldo, 5 de abril de 1996), que sin apenas tiempo ya aporta mucho al carril izquierdo del Lugo, donde ha sido titular por primera vez como rojiblanco.

Casi no ha tenido tiempo de adaptarse y ya ha sido titular…
Sabía dónde venía, la situación del equipo y que no iba a tener tiempo de adaptación y estoy contento por el otro día, por haber jugado de inicio y con ganas de sacar resultados ya.

¿Los jugadores que cambian de equipo en enero deben ser de adaptación inmediata?
Está claro. Si tienes que esperar a adaptarte no vas a ser capaz de aportar al equipo, que es para lo que vienes. Luego, si llegas en un momento largo de la temporada, no vas a tener minutos ni oportunidades de demostrar que quieres aportar.

¿Cómo hace uno para entrar tan rápido en la dinámica de un equipo? ¿Todos se parecen al final?
Sobre todo concentración y tener claro lo que el entrenador quiere de ti. Al final lo más difícil puede ser cambiar esas dos o tres ideas que cambian del equipo del que vienes al que acabas de llegar. Tienes que hacer una limpieza absoluta y coger rápido las ideas del entrenador. Los técnicos suelen ser bastante diferentes. A partir de ahí tienes que tener un poco más de actitud y espíritu, porque creo que es más eso que cuestiones técnicas o tácticas. 

No nos podemos poner histéricos ni muy nerviosos porque eso va a jugar en nuestra contra en la temporada

¿Es importante que haya compatibilidad con el resto de compañeros de línea?
Seguro. Tienes que intentar que cada entrenamiento que sea muy importante y rico. Tienes que aprender muy bien de los compañeros que tienes a tu alrededor, hablar mucho con ellos, saber cuáles son las situaciones en las que más cómodos están ellos, en las que tú les puedes ayudar y en las que más cómodo estás tú para que ellos también te puedan ayudar a ti. El llevar mucho tiempo en la categoría y jugando partidos te permite conocer a la mayoría de los compañeros.

Ya conocía entonces a los miembros de la plantilla…
Por mi posición conocía a Alberto, a Sebas Moyano, las características de Jaume (Cuéllar), de Señé, de los medios centros, de El Hacen y Clavería… Eso te hace que las cosas sean más fáciles.

¿También buen feeling a nivel personal?
Desde luego. Eso es muy importante, aunque a veces eso no se reconoce por parte de la gente. Creo que es importante ser uno más desde el primer día y que ese periodo de adaptación sea casi nulo. A partir de ahí hay que sumar siempre, conocer la situación del equipo, saber el objetivo, cómo el equipo tiene que encarrilar los partidos y a partir de ahí hacerlo lo mejor posible.

A nivel táctico, ¿el jugador debe hacer un esfuerzo grande al pasar de un equipo a otro?
En mi caso, al final he tenido mucha diferencia de entrenadores, por eso intenté relacionar algún entrenador que haya tenido antes con el de ahora para saber por dónde pueden ir los tiros. Es muy importante tener conocimientos tácticos. Por ejemplo, yo vengo de Tenerife, donde se jugaba de forma bastante diferente, con solo dos mediocentros y aquí lo hacemos con tres, se aprieta y se ataque de forma diferente… Es verdad que el juego es casi lo mismo, porque se trata de ganar duelos, ser agresivos e intensos, no perder balones… Ofensivamente a mí los entrenadores me piden casi lo mismo, salvo matices que hay que tener en mente y darle importancia.

¿A usted le costó cambiar a Ramis por Joan Carrillo?
No, al final el 75 o el 80% de lo que es un jugador me lo va a pedir cualquier entrenador y, a partir de ahí, habrá dos o tres detalles que habrá que pulir un poco más según el entrenador o el club. Con eso hay que ir sumando. Para mí cada semana es importantísima porque tengo que adaptarme lo más pronto posible.

¿Qué le pide el míster rojiblanco?
Dada la situación me pide ser muy intenso en defensa, ser agresivo en los duelos y, a partir de ahí, con balón ser vertical e intentar sacar muchos centros por el perfil de delanteros que tenemos aquí, que son parecidos a los que tenía en Tenerife. En ataque trato de aportar y ser competitivo en cada partido.

¿Aporta cosas diferentes a Zé Ricardo?
No sé qué puede pensar la gente de si soy diferente a él o no. Creo que en estos años en Segunda División he tenido un perfil bastante marcado, de ser un jugador con bastante recorrido. Intento ser siempre muy agresivo en área propia. Una vez que pase de nuestro campo y en zonas de ataque trato de ser un jugador que saca centros lo mejor posible y dar de comer a los delanteros. No sé si soy muy distinto o idéntico a Zé.

"No es fácil vivir el final del mercado por las personas cercanas y la familia"

Su llegada fue el último día a última hora. ¿Cómo se viven esas horas de mercado? 
Fue complicado. Igual no tanto para mí, porque al final estás ya acostumbrado a estas situaciones. Lo había vivido en compañeros y ahora me tocó en primera persona. No es algo fácil, sobre todo por las personas cercanas y la familia, pero yo, en principio estaba tranquilo. Podía tener en la cabeza salir, porque en Tenerife no jugué mucho y al final los equipos tratan de reforzarse y yo podía tener esa opción de salir, pero en ningún momento a mí me dijeron nada en Tenerife. Igual lo que yo pensaba que podía pasar en los primeros días de enero pasó cuando menos lo esperaba en los últimos días. A partir de la última semana de enero me veía más dentro que fuera de Tenerife, pero al final las cosas se dieron así y tuve la gran suerte de que el Lugo me contactó y estoy muy agradecido al club y a la gente de aquí, que me acogieron muy bien pese a la situación complicada.

¿Andoni López suele vivir los mercados más tranquilo o más nervioso?
Los suelo vivir tranquilo, siempre con la incertidumbre de lo que puede pasar. El año pasado también tuve un cambio de equipo en el mercado de invierno, aunque muy diferente a este. Al final fui al Amorebieta subiendo una categoría y desde el primer momento quería ese cambio. Ahora, en cambio, no me lo esperaba porque nadie había contactado conmigo. Nunca sabes lo que puede pasar y al final pasa. Hay que estar preparado para todo, intentar calmar a la familia y a la gente que tienes a tu alrededor y, a partir de ahí, en un sitio nuevo intentar aportar y sumar, que es lo que hago en todos los sitios.

¿Qué necesita el Lugo para levantar el vuelo y cambiar la dinámica?
Sobre todo repetir muchas primeras partes como la de Éibar y plasmarlo en las segundas partes, porque la del otro día no fue buena. El equipo por momentos parece que tiene la clave para salir de la situación, pero le falta un poco esa contundencia de poder agarrar los noventa minutos. La mejora pasa por ser muy competitivos. Sabemos que ahora hay resultados que igual antes eran buenos y ahora no nos sirven. Tenemos que puntuar de tres en tres y eso también hace que tengamos que arriesgar más de la cuenta en algunas fases de los partidos. Tenemos que ser ultracompetitivos del minuto cero al 95.

¿Atenaza el no tener margen de error?
Una vez que entras al campo a veces se te olvida un poco, no la situación del equipo, pero sí si estás a diez puntos de la salvación o si estás a más. Lo que tenemos que hacer es competir y saber que cada partido es la vida, pero con la tranquilidad de saber que si hacemos las cosas bien tendremos resultados. No nos podemos poner histéricos ni muy nerviosos porque va a jugar en nuestra contra, pero sí tenemos que saber que tenemos una responsabilidad enorme.

Comentaba Sebas Moyano que el equipo no bajará los brazos…
Eso desde luego. Ni me lo planteo. Estoy cien por cien convencido de que este equipo no va a bajar los brazos sea la situación que sea. Es evidente que tenemos que tener una responsabilidad y un respeto por el club en el que estamos y por la camiseta que llevamos. Luego las cosas saldrán mejor o peor, pero nosotros estamos trabajando muchísimo para que las cosas salgan bien y que el equipo compita todos los minutos. Creo que si seguimos por la línea de la primera parte del otro día ante el Éibar vamos a conseguir bastantes puntos.

¿La afición tampoco tiene que dejar de creer?
Esta categoría tiene mucha dificultad y necesitamos del apoyo de todos. Al igual que nosotros no nos vamos a dejar nada por cambiar la situación, necesitamos que la gente nos anime.

"Si soy lo que soy como jugador es gracias al Athlétic Club"

Es Athleticzale. En la cantera del Athlétic compartió vestuario con jugadores que estuvieron en el primer equipo como Unai Simón, Unai Núñez, Córdoba, Guruzeta… 
Siempre he dicho que el Athlétic es más que un equipo de fútbol. A mí el Athlétic me lo ha dado todo, no solo como futbolista, sino que te aporta muchos valores desde que entras. Llegué con nueve años y todos los años que pasé allí y todos los compañeros y entrenadores me enseñaron un ambiente totalmente diferente. En este país tenemos la suerte de tener clubes profesionales, que trabajan una barbaridad y apoyan al jugador muchísimo, pero siempre digo que aquello es diferente.  Solo puedo dar gracias a los años que estuve allí. Si soy lo que soy es gracias a ellos.

¿El Athlétic es la prueba de que un club puede tener éxito con su gente?
Evidentemente sí, porque son datos y números, no es una cuestión de creencia. Creo que no hay un equipo en el mundo que haga algo parecido y que tenga el éxito que tiene. En el Athlétic se exige eso. Puede haber un año malo y estar cerca del descenso, pero siempre hay una exigencia altísima, pero sabiendo los hándicaps que se podamos tener. No es un club que pueda firmar jugadores en cualquier parte del mundo. Eso es lo que nos hace únicos y para nosotros es un tesoro.

Como seguidor del Athlétic, ¿cree que algún día se cambiará de modelo?
Sinceramente, me parecería una barbaridad. Hoy por hoy lo veo imposible. Aunque el fútbol avanza una barbaridad me resulta imposible que eso se pueda cambiar. Creo que ese modelo estará muchos años.

Lo sacó el Cuco Ziganda y también estuvo con Gaizka Garitano, dos técnicos con amplia experiencia en Segunda… 
El Athlétic se preocupa mucho del staff técnico que tienen los equipos de base y no es casualidad que cada año salgan jugadores de la cantera capaces de jugar en Primera División y rendir a alto nivel. Para mí es un orgullo haber jugado y haber aprendido de ellos, porque los tienes como una imagen del club, de haber jugado en el Athlétic y sabes que lo que te dicen te lo dicen por algo importante. Cuando estás ahí tienes que ser una esponja.

¿De todos los compañeros que tuvo en el Athlétic se queda con alguno?
Buff. Me quedaría con muchos con características diferentes. Como jugador de club, por lo que ha sido para el Athlétic y lo que ha representado Aduriz sería un claro ejemplo. Haber entrenado y haber estado con él fue un honor. Solo su presencia ya cambia un vestuario. Luego hubo jugadores con experiencia y ganas de ayudar a la gente que sale de abajo como Balenziaga, que fue importante porque compartía puesto con él y me ayudó mucho. También la labor de Yuri en intentar que mejores en todo lo que puedas y seas mejor jugador… A nivel de calidad como jugador y como persona Iker Muniain. Me dejo a muchos, pero la esencia del Athlétic es esa: que en cuanto sube un chaval de la cantera lo arropan y lo acogen como si llevara toda la vida. Esa es la suerte de criarse en el Athlétic.

Para alguien que nunca ha estado en San Mamés, ¿cómo es vivir un partido en La Catedral?
Buff, bueno, imagínate. Lo primero es una suerte. He vivido muchos partidos como espectador, he ido a animar al equipo y el ambiente, la forma en la que se vive, cómo son capaces de saber que el equipo está bien o necesita el ánimo porque le están costando las cosas… Es impresionante. Es el pilar fundamental del club. El Athlétic en casa siempre ha sido un equipo muy difícil de batir tanto para equipos de zona media-baja o equipos que están arriba. Yo hablo con mucha gente y los que han tenido la suerte de ir a un partido en San Mamés me ha dicho que se respira algo diferente.

Pena que el debut en Primera fuera en Montilivi y no en San Mamés…
Nunca eliges dónde debutas, pero tuve la suerte de cumplir el sueño que tuve desde pequeño y el más grande que he podido tener, que es jugar con el Athlétic. Para mí fue llegar a la línea de meta. A toro pasado puedes pensar que habría sido aún mejor que hubiera sido en San Mamés, pero tengo la suerte de decir que he defendido la camiseta del primer equipo del Athlétic. Ese va a ser el logro más importante de toda mi carrera.

Otro éxito fue el ascenso con el Elche a Primera División, ¿cómo se vive eso?
Fue un año que, con todo lo de la pandemia, fue para escribir un libro (ríe). Empezamos la temporada sin estar en las quinielas para el ascenso. Vimos que el equipo competía muy bien en partidos difíciles, pero no que acabaríamos en un play off luchando para ascender a Primera División. Es verdad que el equipo, a raíz de varios problemas que tuvimos se unió mucho y eso se acabó viendo en el campo. Fue algo increíble.

A sus 26 años ya ha vivido mucho en el fútbol español…
Sí. He vivido diferentes situaciones que me han hecho crecer mucho como persona. El pasar en pocos meses de luchar por ascender a hacerlo por no descender, muchos cambios de equipo, de pensar las decisiones que tomaba… Todo eso me enseñó a crecer como jugador y a desenvolverme mejor en situaciones extremas como la que puede ser aquí en Lugo.

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