Hay que recordar el tiempo en el que has tenido menos para darle valor al presente

Alberto Rodríguez: "Hay que recordar cuando tuviste menos para valorar el presente"

El jugador grancanario nunca dejó de creer en sus posibilidades. Su perseverancia, talento y mentalidad le permitió pasar de las categorías regionales a la Segunda División en apenas un lustro. El zaguero habla de su pasado, de su fuerza de voluntad y de su llegada al Lugo, un equipo en el que ha cumplido el sueño de ser deportista profesional.
Alberto Rodríguez en O Ceao. XESÚS PONTE
photo_camera Alberto Rodríguez en O Ceao. XESÚS PONTE

No rendirse nunca. No es un lema en una camiseta o una frase en un libro de autoayuda. Para Alberto Rodríguez es una realidad, es una identidad que le ha permitido alcanzar el fútbol profesional desde el fútbol más modesto. En apenas un lustro, el grancanario cambió el fútbol regional por el profesional para convertirse en una referencia en la defensa del Lugo de Rubén Albés. 

¿Usted es el equivalente futbolístico a cumplir el sueño americano? Ha pasado de jugar en categorías regionales a Segunda División en cinco años…

Sí, ha sido un salto bastante rápido para pasar de las categorías regionales de Canarias al fútbol profesional.

Incluso le ha costado alcanzar su debut en Segunda, con la pubalgia que retrasó su primer partido con el Lugo…

Al principio fue complicado por la pubalgia. Lo pasé muy mal. Fue una lesión que me tuvo bastante fastidiado, pero la pude superar y cuando estuve preparado para estar disponible para el míster trabajé día a día para que me llegara la oportunidad. Ahora parece que las cosas marchan bastante bien.

¿Cuál ha sido la clave de Alberto Rodríguez para alcanzar el fútbol profesional desde categorías tan bajas del fútbol canario?

Mucho trabajo y constancia. Hay que creer mucho hasta que te llega la oportunidad como me llegó a mí y nunca bajar los brazos. Cuando uno quiere conseguir algo nunca debe rendirse y debe trabajar mucho hasta que lo logra.

¿En algún momento pensó que no llegaría?

Se te puede pasar por la cabeza en algún momento, pero también es verdad que los últimos años que estaba teniendo estaban siendo muy buenos, tanto deportivamente como en el plano personal. Tenía fe y muchas ganas de que llegara la oportunidad y se pudo dar.

¿La fortaleza mental es uno de sus signos?

Sí. En ese aspecto me considero una persona con mucha fuerza mental. He pasado muchas veces por situaciones un poco complicadas, pero gracias a la fortaleza mental que he tenido y a no rendirme nunca y creer en que se puede, ahora mismo puedo disfrutar del fútbol profesional.

¿Por qué no llegó antes al fútbol profesional?

Años antes me habían llegado varias ofertas que, por unos motivos u otros, tuve que rechazar porque no se dieron bien en ese momento. Luego pasé un periodo de tiempo en el olvido, por así decirlo, hasta que trabajando duro día a día y deseando conseguir el sueño se pudo lograr la oportunidad. 

En Segunda B o Tercera también hay jugadores con mucho nivel

¿Es duro el fútbol modesto?

Es un fútbol muy duro, pero también hay futbolistas de mucho nivel en Segunda B o Tercera División. Hay jugadores jóvenes que van mejorando para llegar al fútbol profesional. Pero cuando entras en el fútbol profesional se nota un salto de calidad en muchos aspectos y en el ritmo del juego.

¿Qué es lo más complicado? ¿La falta de medios, terrenos de juego, equipos médicos, fisios...?

En general es un poco todo eso. Los equipos tienen menos medios en varios aspectos. Se tienen que adaptar un poco a lo que tienen. Pero hay que valorar todo eso también. Hay que recordar el tiempo en el que has tenido menos para darle valor al presente. El ver que ahora tienes más medios te hace valorar también lo que has pasado atrás y lo que has vivido en el fútbol más modesto. Esa parte te hace vivir la realidad.

¿Sabe mejor el éxito al que le ha costado más llegar? ¿Da un plus para agarrarse más a esta oportunidad?

Puede ser. Pero eso es algo que me define como persona en todos los aspectos de la vida. Pero, en este caso, cuando pasas por el fútbol modesto varios años y luchas por querer siempre llegar a lo profesional, cuando llegas tienes que agarrarte a ello como sea y luchar hasta el final para no perderlo nunca.

¿Ha mejorado con el paso de los años o el Alberto Rodríguez actual es el mismo de hace cinco años?

He mejorado en varios aspectos. He madurado mucho tanto en lo personal como en lo deportivo. He pulido todo lo que lleva trabajar en mi posición, tanto tácticamente como con balón y eso es lo que me ha hecho poder debutar en el fútbol profesional.

Cuando uno entra en La Rosaleda, La Romareda, El Molinón, ¿Impresiona? ¿Asusta? ¿Motiva?

Motiva siempre mucho llegar a esos estadios, a esas instalaciones que uno siempre ha visto en la tele y que siempre ha deseado jugar ahí. Cuando llegan esas oportunidades las disfrutas al cien por cien y piensas en todo lo que has pasado para haber llegado hasta ahí. Lo que quieres es disfrutarlo y competir a muerte con el equipo con el que juegas. Puede que algunos estadios den un poco más de impresión o respeto, pero lo principal es disfrutarlo, porque cuando pasas un proceso tan largo como el mío lo valoras mucho más.

Cuando habla con Alende, Vieites, Ricard, Xavi Torres, Pita… Todos de canteras importantes, ¿Está más curtido que ellos o siente envidia de no haber estado en su piel?

Ellos son jugadores que han pasado por canteras buenas y eso te da un plus para mejorar en lo futbolístico o incluso en lo personal. Te preparan un paso más allá. Incluso más que a otros que no han podido llegar a esas canteras. Son jugadores más seleccionados y no todos pueden tener esa oportunidad o esa suerte y está claro que de ellos también aprendes. Ellos han aprendido conceptos o cosas que otros que no han pasado por esas canteras no han podido, por eso es bueno aprender de ellos.

¿Nunca hubo interés de las grandes canteras canarias, la de la UD Las Palmas o el Tenerife, por usted?

Cuando era más joven llegué a jugar en el Universidad de Las Palmas, que era una cantera muy buena, de un nivel parecido a la de la UD Las Palmas o el CD Tenerife. Luego, por problemas económicos, desapareció y yo recalé en el Arucas. Sí me llegaron ofertas de la UD Las Palmas en categoría cadete y juvenil, pero yo, por unos motivos u otros, no llegué ahí. Fue una época en la que yo lo pude pasar un poco complicado fuera de lo deportivo, pero nunca me rendí hasta que pude llegar a esta oportunidad.

En categorías regionales o Tercera División no te da para vivir

¿Vivía de jugar o lo compaginaba con otras profesiones o estudios?

En categorías regionales a Tercera División no te da para vivir. De esa época recuerdo que llegué a estar estudiando y, a veces, podías conseguir algún trabajo que te podía ayudar, pero no fue mi caso, porque yo estuve estudiando. Luego, cuando pasé a Tercera y Segunda B sí que pude vivir de ello hasta que ahora estoy en el fútbol profesional.

Usted es un hombre-ascenso, llegó al Tamaraceite en 2017 y logró pasar de Primera Regional canaria a Segunda B en tres años…

Recalé en el Tamaraceite porque me llamaron con un buen proyecto, con buen equipo y buenos jugadores. Me llamó bastante la atención porque el presidente es el hermano del presidente de la UD Las Palmas y eso me dio bastante confianza. Me dijeron que el proyecto era a varios años, que era ir ascendiendo y así se dio. Trabajaron muy bien, pudimos ascender año tras año hasta llegar a la Segunda B y fueron unos años muy bonitos.

¿Le guardará un buen recuerdo a ese club por el crecimiento vivido allí?

De ese club es del que mejores recuerdos me llevo. Viví muchos buenos momentos en lo deportivo y estuve con compañeros de mucho nivel, que habían estado en el fútbol profesional. Allí compartí vestuario y partidos en mi posición con David García, el jugador con más partidos en la UD Las Palmas y del que aprendí mucho. Siempre me llevé buenos recuerdos y buenas experiencias con todos ellos.

Su nombre sonó para la UD Las Palmas, el equipo de su isla, ¿Hubo opciones de que se quedara en casa?

Es verdad que se hablaron cosas después del buen año que había tenido y de años anteriores incluso, pero al final, entre unas cosas y otras, no pudo salir todo. Luego me salió la oportunidad de llegar aquí y vine con los ojos cerrados, no me lo pensé.

¿Es duro para un canario salir fuera de las islas?

Es cierto que en las Islas Canarias se vive muy bien, pero en lo futbolístico estás un poco limitado. Allí, para el fútbol profesional, o estás en la UD Las Palmas o en el CD Tenerife o tienes que salir y crecer fuera de allí. Al final, si tienes que hacerlo, y yo lo tuve que hacer, no te lo piensas. Eso siempre te hace madurar en todos los aspectos y por eso estoy muy contento aquí.

¿Cómo lleva un isleño estar en un sitio con una climatología tan dura como la de Lugo?

Es un clima totalmente diferente al de Canarias, pero me he adaptado bastante bien, no he tenido mayor problema. Es verdad que gustaría que hiciera más tiempo como allá (ríe), pero me adapté bien, sin problema ninguno y con la ilusión y las ganas con las que estoy afrontando todo lo que me está pasando.

Alberto Rodríguez posa antes de un entrenamiento con el Lugo. XESÚS PONTE
Alberto Rodríguez posa antes de un entrenamiento con el Lugo. XESÚS PONTE

¿Su adaptación a la ciudad, a la afición y al vestuario fue buena? 

Al vestuario, que fue a lo primero que llegué, fue increíble. Este vestuario me sorprendió mucho, lo bien que me acogieron todos, el cuerpo técnico, los trabajadores del club… Esto hizo que todo fuera más sencillo. La ciudad también es muy bonita, se vive muy bien, muy tranquilo. Y la afición… Es de diez. He recibido siempre muy buen cariño de ellos y en ese aspecto estoy muy contento.

El cariño del vestuario se vio en el gol al Oviedo. Usted fue el que lo celebró con más calma de todos…

Mucha gente me dijo que la celebración del gol reflejó muy bien la alegría de los compañeros cuando pude anotarlo. Eso dice mucho porque refleja la unión que tenemos en el vestuario. Somos como una familia. Ellos saben lo mal que lo llegué a pasar con la lesión y demás, y por esa parte me quedo contento porque sé que tanto ellos como yo nos queremos mucho.

Tuvo que pasar por un periodo de prueba antes de firmar por el Lugo, ¿Cómo fueron esas semanas de incertidumbre? 

No se sabía al cien por cien si me iba a quedar. El míster y su cuerpo técnico no me conocían tanto como el director deportivo, Mauro Pérez. Me salió la oportunidad, vine aquí y fueron semanas de incertidumbre, pero fueron buenas porque siempre me dieron confianza, que creían en mí y eso me hizo que las cosas fueran más fáciles. Fue una pretemporada muy buena en la que me salieron muy bien las cosas.

El día en que me comunicaron que me quedaba lo recordaré siempre

El día que le comunicaron que formaría parte de una plantilla de un club profesional, ¿Cómo lo vivió?

Fue un día muy especial. Fue de esos días que nunca se te olvidan, porque fue constatar que había conseguido algo por lo que había luchado mucho tiempo. Lo recuerdo con una alegría enorme. Eso refleja todo el trabajo que había llevado a cabo. Siempre lo recordaré como un día muy feliz.

¿Quién se lo comunicó?

El primero que me lo comunicó fue Mauro (Pérez), el director deportivo. Me llamó y me lo dijo y, a raíz de ahí, también habló conmigo el cuerpo técnico, mis compañeros, que se habían enterado… Todo fue muy bien.

¿A quién llamó primero? ¿De quién se acordó? 

Al primero al que llamé fue a mi padre, porque él siempre lo ha deseado mucho, como yo. Él siempre lo ha vivido mucho conmigo y por eso la primera llamada fue para él. Tanto él como mi madre se alegraron mucho. Luego se lo fui comunicando al resto de familia y a los amigos más cercanos que habían vivido todo este proceso conmigo.

¿Viene de una familia futbolera?

Sí, sobre todo mi padre, que vive mucho el fútbol. Él lo vive bastante en los equipos en los que juego yo. Somos una familia a la que siempre le ha gustado mucho el fútbol.

¿Cómo viven sus partidos?

Mi madre y mi hermana lo viven más tranquilas, pero mi padre un poco más con nervios. Él siempre quiere que todo salga bien, que al equipo le salgan bien las cosas y lo vive con ese nervio, pero eso forma parte también de los espectadores de este deporte. 

¿Su adaptación a la categoría ha sido rápida?

Hay que adaptarse rápido porque se pasa a un nivel mucho más alto, con más ritmo y con jugadores de más calidad. Hay que estar más concentrado. Desde que pude estar disponible para el míster trabajé para que la adaptación fuera lo más rápido posible y, cuando me tocó jugar, estar adaptado. Cuando vas jugando más y teniendo más minutos vas cogiendo más confianza y todo va siendo más fluido después.

En el campo se me puede ver tranquilo, pero vivo los partidos muy concentrado

Desde fuera parece un jugador tranquilo sobre el césped…

En los partidos, cuando llegan, siempre tienes nervios en el estómago. Pero creo que esos nervios son buenos porque significan que tienes muchas ganas de jugar y de que las cosas te salgan bien. Cuando ya no tengas eso es que no estás disfrutando. En el campo se me puede ver tranquilo, pero vivo los partidos muy concentrado y siempre con nervios de que querer que al equipo le salga todo bien.

El vestuario y el míster lo han puesto como ejemplo de comportamiento, ¿Es un impulso para usted o también una responsabilidad para no fallarles?

Puedo tener responsabilidad, pero yo en el día a día soy así. Siempre voy a trabajar para aprender, para darlo todo, para estar al cien por cien y ayudar a los compañeros. Vivo los partidos y esta profesión con responsabilidad, pero es la manera en que soy yo. 

¿Con quién se lleva mejor de todos los compañeros?

Sería muy difícil decir uno. Somos un vestuario muy unido. Siempre hablas más con unos que con otros, pero estamos tan unidos que me sería imposible decir uno con el que más podría hablar o llevarme. Somos un equipo muy familiar.

¿Hay piques con Iriome?, porque usted es canarión y él chicharrero…

(Ríe) Nos podemos gastar las típicas bromas y piques que hay entre islas, pero Iriome me sorprendió mucho. Desde que llegué aquí el primer día me acogió muy bien y me ayudó todo lo que pudo. Como canarios tenemos muy buena relación y nos ayudamos en todo lo que podemos.

¿Hubo mucho vacile por el triunfo de la UD Las Palmas en Tenerife?

(Risas) Es cierto que puede haber esos vacilones del día a día y que también contribuye al buen rollo en el vestuario. Lo pasamos bien también con esas cosas.

Cuenta con una temporada más de forma opcional, ¿Le gustaría seguir aquí?

Firmé un año con otro opcional. Aún me queda cumplir algunos requisitos para que se renueve automáticamente, pero ahora mismo solo pienso en el día a día. Estoy muy a gusto aquí, me gustaría quedarme porque estoy muy contento y acomodado en la ciudad, en el club, los compañeros, con la gente… Trabajaré duro para poder cumplir con esos objetivos y quedarme, porque aquí estoy muy feliz.

Los tatuajes me gustan bastante y definen un poco mi personalidad

Lleva el cuerpo tatuado, ¿Significan algo sus tatuajes?

No suelo llevarlos con significado. Es verdad que me gusta mucho el arte del tatuaje y desde pequeño me llamó la atención. Poco a poco me los fui haciendo y no tienen ningún significado especial, pero me gustan bastante y definen un poco mi personalidad también.

¿Cuáles son sus aficiones? ¿En que emplea el tiempo libre Alberto Rodríguez?

Aparte del fútbol me gusta mucho cuidarme. Voy bastante al gimnasio y practicar, cuando puedo, algún otro tipo de deporte. En casa me gusta mucho descansar, porque el futbolista tiene que estar descansado. Me gusta leer también, ver alguna serie en Netflix o ver fútbol en la tele, porque viendo fútbol de máximo nivel también se aprende.

Le gusta viajar por Galicia, sobre todo a la costa. ¿Echa de menos el mar?

Está claro que un canario siempre echa de menos el mar. Galicia es muy bonita y cuando he tenido días libres siempre he aprovechado para ir con compañeros, amigos o familiares a ver sitios por la zona. He ido bastante por la costa y me ha gustado mucho. 

Si tuviera que elegir entre gofio, papas arrugadas con mojo o pulpo, churrasco y pimientos de Padrón, ¿Con qué se quedaría?

Sería una decisión muy difícil, porque todo lo que nombras me gusta mucho (ríe). No me voy a decantar por ninguna de las opciones. Me quedo con todas (ríe de nuevo).

¿Qué recomendaría de su tierra a los lucenses?

Primero lo recomendaría mucho. La isla tiene de todo un poco. Tiene grandes playas, zonas muy turísticas, como la zona del sur, en la que el tiempo es envidiable. Tiene también una zona que no es tan calurosa y con mucho bosque y es un sitio al que siempre aconsejo ir. Al no ser un sitio tan grande te puedes hacer una ruta por toda la isla y es una bonita experiencia.

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