Al Breogán no le queda ni su fortín

El entrenador del Breogán, Pepe Rodríguez, se exaspera en la banda. J. VÁZQUEZ
photo_camera El entrenador del Breogán, Pepe Rodríguez, se exaspera en la banda. J. VÁZQUEZ

El desfile de aficionados antes de finalizar el encuentro escenificaba la enorme decepción que representaba la derrota del Leche Río Breogán ante el Lobe Huesca (75-80), que no sólo le aleja prácticamente del objetivo de disputar los play off por la ascenso —ahora ya a una distancia de tres victorias— sino que incluso le obligará a afrontar los próximos encuentros con la mirada puesta en las posiciones más peligrosas de la clasificación. Con sólo dos triunfos de ventaja respecto al penúltimo puesto —que ocupa el Lobe Huesca, que ganó los dos partidos al Breogán— para el equipo lucense adquieren una trascendencia inesperada los partidos ante Alcázar y Ourense, fuera, y Palencia en Lugo.

Lo más amargo de esta triste situación es que este miércoles fue el Breogán el que se empeñó en regalar el partido. Dicho de otra manera, el Huesca ganó porque no le quedó más remedio. Se encontró a un conjunto local indolente de inicio y que, con una defensa inexistente, permitió a su rival jugar como más cómodo se siente— rapidez, posesiones muy cortas y movilidad de sus pivots— para acabar anotando 27 puntos en el primer cuarto.

Al descanso, el Breogán perdía por once puntos (32-43), y hubo la esperada reacción en el tercer cuarto, e incluso posibilidades en el último (72-74 a 49 segundos para el final), pero al final el Breogán sumó otra dolorosa derrota, y esta vez en casa, que era hasta ahora donde mejores partidos desarrollaba.

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