La ACB aprobó en asamblea celebrada el 10 de julio de 2017 unas nuevas condiciones económicas de acceso a la Liga ACB. Tras las presiones por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) y la resolución de la comisión nacional para la competencia en contra de la imposición del canon de entrada —lo que derivó en una multa de 400.000 euros—, la patronal de clubes se vio obligada a variar las condiciones que regían para poder jugar en la máxima competición española.
Ahora ya no se tiene que abonar ni canon ni el llamado fondo de regulación de ascensos y descensos (entre ambos implicaba para aquellos que no hubieran militado antes en la ACB un total de 4,7 millones de euros), en su lugar se deberá abonar el denominado "valor de participación" que en la pasada temporada se estableció —es decir puede sufrir un ligero aumento para los nuevos equipos de la ACB, ya que el valor de participación será decidida cada temporada por la asamblea general de la asociación— en 1.616.084 euros más IVA. Esta cantidad se puede abonar a lo largo de cuatro temporadas, con una aportación inicial de 404.021 euros —siempre que toma como referencia las exigencias de la pasada temporada— y la deducción de esta cantidad del reparto económico de la competición a lo largo de las siguientes tres campañas. Las cantidades aportadas en concepto de valor de participación serán devueltas a los clubes en caso de descenso.
La ACB también aprobó que el presupuesto mínimo para la temporada 2017-18 fuera de 2.000.000 euros. En principio, se había fijado en 2.300.000 para todos los clubes pero por petición de la Federación Española de Baloncesto (FEB) se redujo a la cantidad antes indicada. No obstante, la ACB se reservó el derecho a modificarla las siguientes temporadas. Todo apunta que para la 2018-19 el presupuesto mínimo estará en torno a los 2.300.000 euros.
Además de las cantidades a abonar para realizar la inscripción en la ACB, hay otros condicionantes económicos, como la situación financiera de la entidad. Una vez conseguido el ascenso, el aspirante a nuevo miembro de la patronal será sometido a una auditoría que determinará su salud económica y su equilibrio patrimonial. Parece que el Breogán no tendrá problemas en este aspecto atendiendo a la cuenta de resultados de los últimos ejercicios.
Pero las exigencias para formar parte de la elite del baloncesto español no son solo económicas. Así, el Pazo dos Deportes tendrá que acometer algunas reformas —las más importantes, que hacían referencia a los vestuarios, ya se han iniciado— para adaptarse a la normativa referente a las instalaciones deportivas, según la cual también podría ser necesaria el cambio de los actuales marcadores electrónicos.
Habrá otros cambios precisos para adaptarse a la nueva realidad profesional del club, incluso con una estructura más amplia del mismo. Tampoco se olvidará —en esto ha insistido el presidente de la entidad, Jesús Lázare— de la defensa de los derechos que el club había adquirido, como el pago del canon realizado en su momento y que rondaba los 2.500.000 euros ante la ACB. Una vez que se variaron las condiciones económicas para ascender con la desaparición del canon, el Breogán realizó una consulta a la organización de clubes sobre su situación por el dicho pago. No hubo respuesta minímamente satisfactoria, por lo que el club solicitó a un gabinete especializado en derecho deportivo un estudio que servirá como base para la reclamación que, probablemente, se realizará por vía jurídica.
