El ADN Sotelo Míguez madura en el Ensino

Lucía, Inés y Martín, hijos de exdeportistas olímpicos, forman parte de la cantera lucense
Inés Sotelo, Marta Míguez, Lucía Sotelo y Martín Sotelo. EP
photo_camera Inés Sotelo, Marta Míguez, Lucía Sotelo y Martín Sotelo. EP

El de los Sotelo Míguez es ADN Ourensano que evoluciona y madura en Lugo desde el año pasado. Lucía, Inés y Martín destacan en la cantera del Durán Maquinaria Ensino tras crecer en el Bosco de su ciudad natal, equipo en el que dieron sus primeros pasos en el mundo del baloncesto. Allí se estrenaron por una mezcla de varios factores: la decisión de sus padres, conscientes de que sus tres hijos se acercarían a los dos metros de estatura, y la propia iniciativa de los tres hermanos, que se decidieron por la canasta después de probar –y también destacar– en otros deportes.

Y es que el suyo es un caso especial porque lo mamaron en casa desde nacimiento. Pocos compañeros pueden presumir de tener dos padres con experiencia olímpica. Y es que Julián Sotelo y Marta Míguez representaron a España en los Juegos Olímpicos de Barcelona y de Sidney respectivamente. Los dos en la modalidad de jabalina. Además, Sotelo fue siete veces campeón de España. Míguez, cinco. Mimbres perfectos que sus hijos aprovechan hoy en el parquet del Pazo dos Deportes.

"A constancia é o mellor talento", defiende Marta Míguez, madre de Lucía, Inés y Martín. "Son rapaces humildes, en casa sempre dixemos que somos mellores que algúns pero peores que moitos, e que sempre hai moitísimo marxe de mellora". Las enseñanzas de Julián Sotelo y Marta Míguez han sido fundamentales para que los tres hermanos mantengan los pies en el suelo pese a los sinsabores de la competición, que también existen en categorías inferiores.

"Mis padres están ahí en cualquier bajada o tropiezo que tenemos", reconoce Inés Sotelo (16 años). "Ellos lo han vivido todo y siempre tienen razón en lo que nos dicen. ayudan mucho porque gracias a sus palabras nos levantamos enseguida", añade la alero de primer año júnior. 

Inés, que está a las puertas de entrar en la convocatoria para el Europeo sub-18 que disputará la selección española en Turquía este verano —forma parte de la concentración previa y tiene muchas papeletas— juega con su hermana Lucía, año y medio mayor. "Lo hemos hecho desde siempre. Yo soy más exterior y ella juega por dentro, aunque yo ahora soy más alta que ella (1,90 de Inés por 1,87 de Lucía) por el estirón que he pegado en los dos últimos años". Juntas destacan y marcan el ritmo del Ensino júnior femenino, que este año alcanzó los octavos de final del Campeonato de España.

El tercero en discordia es Martín (1,88), hoy en categoría cadete y, según su madre, a la espera de "florecer" en cualquier momento, tal y como le ocurrió a Inés el pasado año. "Tiene cabeza muy dura y superó una grave lesión", dice su madre. "Va a ser el más alto de los tres y puede jugar de lo que quiera", añade su hermana Inés. Una familia que es pura competición.

Comentarios