El Emevé, a Leganés a ganar la Copa

Víctor Bouza asegura que el Emevé está "ilusionado y con ganas" de conquistar el trofeo. El receptor lucense se encuentra "muy contento" en la temporada de regreso al club de su vida

Víctor Bouza celebra un tanto en un partido con el Emevé. XESÚS PONTE
photo_camera Víctor Bouza celebra un tanto en un partido con el Emevé. XESÚS PONTE

A la Copa se va a ganarla. Víctor Bouza lo tiene claro. El jugador del Emevé, que regresó esta temporada al club de su vida tras vivir varias experiencias al máximo nivel, aseguró que el equipo viaja a Leganés este fin de semana con la intención de levantar el trofeo de campeón, aunque a sabiendas de que el San Sadurniño, el Manacor y el anfitrión tienen en su mente el mismo objetivo.

"Estamos ilusionados y con muchas ganas de jugar la Copa. Viendo como vamos en liga, en la que vamos de primeros con puntos de ventaja y ganando bastantes partidos, pues la intención es ganar. No va a ser fácil porque los otros equipos tienen buenos jugadores, mucha experiencia y no va a ser fácil. Pero esperamos hacer una buena semifinal, ganarla, plantarnos en la final e intentar ganarla también", indicó Bouza.

El deportista lucense reconoció que su adaptación de nuevo al Emevé, del que se despidió en 2014 y regresó al inicio de la presente temporada, fue sencilla: "Estoy bien, me encuentro muy bien. Después de haber jugado fuera, a mucho más nivel, regresar a una liga inferior resulta un poco más sencillo. Estoy jugando con gente joven y contento de volver a estar en casa. Como en casa, en ningún sitio, y esta temporada estoy disfrutando", aseguró el receptor.

Fue la propia vida la que llamó a Víctor para que regresara a casa en un mundo en el que sobrevivir resulta tremendamente complicado: "Mi objetivo prioritario ahora es trabajar. He intentado ganarme la vida jugando al voleibol, y lo he conseguido, pero el voleibol no da más de sí. Hay que ser muy bueno para ganar mucho dinero. Y mis prioridades han cambiado. He vuelto a Lugo con la intención de ponerme a trabajar, porque aunque ganara dinero, lo cierto es que en ningún equipo he cotizado. Y eso es algo vergonzoso porque en muchos clubes de élite, los jugadores no estamos dados de alta", explicó Bouza.

"Con 27 años ya, he tenido que plantearme las cosas de otra manera. Mi prioridad es trabajar y el voleibol queda entonces en un segundo plano. Pero dándolo todo sobre la pista, como siempre", añadió el lucense.

Con un apellido como Bouza, parece complicado vivir una vida sin voleibol. Víctor se siente muy "orgulloso" de su familia, aunque su carrera ha sido existosa por méritos propios: "No me pesa el apellido. La familia Bouza ha sido muy relevante para el voleibol en Lugo. Pero he tenido muchos otros entrenadores y he aprendido un montón de otra gente. Estoy orgulloso del apellido, pero hay más que eso", aseguró.

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