90-78. El Breogán cae ante el Manresa tras un duelo en el que siempre fue a remolque

Derrota importante del Cafés Candelas Breogán en Manresa ante un equipo que fue muy superior a los celestes y que amenazó seriamente con arrebatar el basketaverage a los lucenses, que llegaban a Manresa con un +17 a su favor. La reacción de los de Lezkano en los minutos finales, sin embargo, permitió mantener el desempate de su lado, un mal menor que deja a los manresanos a dos triunfos de distancia.

Los catalanes comenzaron el duelo buscando a Trias en ataque, encontrándolo y consiguiendo colocar un 4-0 inicial frente a un Breogán precipitado en ataque y fallón en el triple.

El Manresa aprovechó las pérdidas visitantes y comenzó a coger ventaja (11-4), mientras que los breoganistas seguían desperdiciando lanzamientos desde la línea de 6.75. Lezkano paró el partido y el Breogán apretó el marcador (16-13), pero los manresanos volvieron a tomar aire y se fueron al final del primer cuarto seis puntos arriba (21-15).

El segundo cuarto empezó descontrolado y con demasiadas pérdidas. Así, tras muchos errores y hombres rodando por el suelo, el resultado señalaba a los locales como ganadores del correcalles, 27-17 en dos minutos. La cosa no mejoró y aunque Christian Díaz recortó con un triple imposible, la grada completamente teñida de rojo aceleró todavía más a sus jugadores y con un ritmo frenético, el Manresa se puso 31-20 y Lezkano solicitó un nuevo tiempo muerto.

Los problemas en el rebote ofensivo permitían demasiadas opciones al Manresa, que jugaba a placer también en defensa ante la inoperante ofensiva celeste. Úriz, con dos triples, maquilló el marcador, aunque una técnica señalada sobre el propio base navarro dejó el partido bastante de cara para los locales al descanso (43-30) y con el basketaverage en la cuerda floja.

El juego se reinició más calmado de como acabó antes del receso, pero el quinteto de Lezkano con Stainbrook y Sulejmanovic como postes altos, más Quintela, Arco y Díaz, siguió sufriendo en el rebote defensivo y en ataque ante la movilidad de los locales. El Manresa siguió anotando canastas fáciles desde posiciones claras sin ni siquiera un punteo delante, y al final del tercer parcial, los manresanos contaban incluso con la diferencia de puntos a su favor (69-50).

El Breogán inició el último acto encorajinado, con presión a toda pista y un batallador y acertado Rubio que en segundos sumó varios puntos. Obligado a jugar lento por primera vez, el Manresa dudó y la grada se silenció. Aunque la renta continuaba siendo muy elevada (77-57 a falta de seis minutos).

Rubio y Fuzaro fueron los encargados de tirar del carro celeste, que por primera vez salía ventajoso del intercambio de golpes. El Breogán apretó, robó muchos balones y amenazó incluso con pelear por el partido. Pero el cronó- metro seguía avanzando y la gesta se antojaba imposible. Al menos, el average quedó salvado.