No siempre es fácil valorar un triunfo en su justa medida. Ni apreciar el trabajo que suele haber detrás de un triunfo, aunque sea contundente como el conseguido este sábado por el Cafés Candelas Breogán. Lo más fácil, generalmente, es apelar a las deficiencias del rival. Y esto no es hacer justicia a lo visto en el Pazo dos Deportes de Lugo.
El Palma Air Europa llegaba a este encuentro en su mejor momento de la temporada con ocho triunfos en los últimos diez encuentros. Había encontrado su juego y sus referencias estaban tan claras como su puntería cuando se trata de meter canastas de tres puntos. Este sábado no se vio nada de esto. En realidad no se vio al conjunto insular. Porque en el Pazo no hubo rastro del equipo, que junto al Leyma Coruña, exhibe el mejor porcentaje de triples de la competición (36,9%) y tampoco de hombres como Biviá, Fornás o Zengotitabengoa que son los que han marcado el paso de la última y exitosa marcha del equipo que dirige Xavi Sastre.
Y aquí es donde entra el Cafés Candelas Breogán. Responsable directo y único de la desaparición de su rival. Desde el primer minuto del encuentro ya se vio a un equipo lucense absolutamente lanzado a por el triunfo. Pero cuando se dice lanzado no quiere decir incontrolado, todo lo contrario. Los jugadores de Natxo Lezkano, del primero al último tenían absolutamente claro lo que había que hacer.
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