El Río Breogán tendrá que aguardar a la próxima temporada para intentar el asalto al pabellón Santiago Martín después de sucumbir este domingo ante el Lenovo Tenerife (85-67) en la disputa de la vigésimo novena jornada de la Liga Endesa. Los jugadores dirigidos por Veljko Mrsic presentaron batalla durante la mayor parte del partido, pese a que el dominio territorial perteneció al rival, pero la efectividad en los lanzamientos de dos puntos del conjunto canario y la defensa interior sobre Ethan Happ desnivelaron la balanza en los momentos claves del partido.
El Río Breogán y el Lenovo Tenerife mostraron sus bazas desde el salto inicial. El alto ritmo de juego impuesto por el equipo de Txus Vidorreta daba vida a una circulación de balón de alta intensidad a la que el conjunto lucense ponía freno bien asentado en la zona y con las alternativas defensivas activadas para frenar el pick and roll de la temible dupla formada por Giorgi Shermadini y Marcelinho Huertas, dos veteranos que sustentan la columna vertebral de un equipo insular que castigó cada fallo celeste con canasta.
Las contra medidas visitantes pasaban por agilizar las posesiones comandadas por el ímpetu de Justus Hollatz, que tuvo serios problemas para desactivar la barrera formada por el gigante georgiano y el senegalés Moussa Diagne que acotaba las líneas de pase interiores sobre Ethan Happ.
El sobremarcaje sobre el pívot de Milan trasladó los esfuerzos breoganista al perímetro donde el base alemán y Scott Bamforth recogieron el testigo anotador del lesionado Toni Nakic para mantener a su equipo en el partido con un primer intercambio de canastas (16-15).
Una triple del eléctrico Jaime Fernández concedió la primera renta considerable a los insulares (21-15) pero una canasta de Nemanja Nenadic dejó el tanteador más ajustado al término del primer capítulo (21-19).
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En el arranque del segundo cuarto, y tras un lanzamiento de dos de Arteaga para el Breogán (21- 21), el Lenovo enganchó un efervescente 7-0 de parcial, generado entre la dupla Fernández-Shermadini, que obligó a Veljko Mrsic, a solicitar un tiempo muerto para romper el ritmo local (28-21).
De poco sirvió la parada táctica, ya que la vuelta de Marcelinho Huertas al parqué desequilibró el duelo en la pintura entre Shermadini y Ethan Happ, e hizo valer una conexión que se traducía en un provisional 36-25, la máxima renta a favor local. La dirección en el tiro de Scott Bamforth trató de reducir la diferencia, pero una última bandeja de Aaron Doornekamp rubricó una ventaja de ocho puntos (40-32) a la conclusión de la primera parte.
Un marcador que ponía de relieve la voracidad de un Tenerife siempre amenazante, que contaba con la posibilidad de dar un golpe al encuentro en cualquier instante que podía ser definitivo. La circulación de balón local no bajaba las pulsaciones y así llegó el despegue insular en el marcador más allá de la barrera psicológica de los diez tantos (49-36). La docena de asistencias locales minimizaban el impacto de los ocho rebotes ofensivos de un Río Breogán que sufría para anotar sin la aportación habitual de Ethan Happ. Únicamente Scott Bamforth era capaz de encontrar situaciones de lanzamiento desde el perímetro ante la emboscada zonal perpetrada por Txus Vidorreta para frenar al MVP del mes de marzo.
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En estas, Veljko Mrsic cambió la defensa individual por una zona 2-3 que le dio resultado hasta que el cuadro chicharrero logró descifrarla y auparse en el luminoso con una renta máxima que llegó a los 14 puntos de ventaja, tras una triple convertida por Bruno Fitipaldo, que con 4 de 7 desde más allá del 6,75 rompió el partido cuando mejor jugaban los lucenses.
A falta de diez minutos por jugarse todavía, el Tenerife mandaba en el partido (58-47).
Sin Ethan Happ, Víctor Artega sorteaba el cerrojo canario cerca del aro con su demostrada eficiencia. Así, el alboratado ataque breoganista se revolvió y dos triples de Stefan Momirov y Sergi García y cuatro puntos de Nemanja Nenadic situaron al Río Breogán a tan solo 3 puntos (60-57) con más de seis minutos por jugarse.
Pero hasta aquí llegó el último aliento de los jugadores de Veljko Mrsic, que vieron como en un abrir y cerrar de ojos los insulares anotaban cinco puntos que devolvían el partido a su dominador durante buen parte del mismo.
Los últimos compases fueron un martirio para los lucenses. El tiro exterior de los isleños funcionó de nuevo, sobre todo a través de la muñeca de Tim Abromaitis y Bruno Fitipaldo, mientras el Río Breogán sufrió un incómodo cortocircuito (76-60). Con el partido completamente roto, el Tenerife maquilló el marcador (85-67), para asegurarse así su pase para a los play off de la Liga Endesa, donde será un hueso duro de roer.
67. Río Breogán (19+13+15+20): Bamforth (17), Momirov (8), Hollatz (5), Happ (6) y Tanaskovic (4) -equipo inicial-; García (10), Nenadic (10), Brajkovic (-), S. Quintela (-), E. Quintela (-) y Arteaga (7).
Árbitros: Antonio Conde, Arnau Padrós y Cristóbal Sánchez. Sin eliminados.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Liga Endesa disputado en el Santiago Martín de La Laguna ante 4.946 espectadores.
