76-64. Volvió el Breogán sin chispa cuando se aleja del Pazo

El equipo lucense cae en Murcia ante un equipo en situación complicada y que solamente se aprovechó de las limitaciones visitantes

CB Breogán
photo_camera Un instante del encuentro. ACB

La travesía del Cafés Candelas Breogán por la Liga Endesa lleva camino de convertirse en una odisea si no varían las condiciones en las que afronta los encuentros. Y es que en el caso de los breoganistas a las deficiencias propias, y en algún aspecto más que notables, de un equipo que sale a defender la categoría se unen no solo las lesiones sino también, derivado de ellas, las deficientes condiciones físicas de varios de sus jugadores. Este sábado, Emir Sulejmanovic prácticamente no contó para Natxo Lezkano, técnico celeste, Cvetkovic jugó muy mermado por la lumbalgia que le tuvo durante la semana fuera de los entrenamientos, Salva Arco acaba de incorporarse a la disciplina del equipo tras un largo período de ausencia... En definitiva, demasiado lastre para ser competitivo, aunque enfrente esté un equipo como el Murcia, que no ofreció casi nada. Salvo aprovechar la debilidad del rival.

Y es que, a pesar de todo, incluido un nulo acierto en el tiro exterior con cuatro canastas de 27 lanzamientos, el Breogán estuvo en el partido, incluso en la primera parte llevó siempre la iniciativa en el marcador, hasta el último cuarto, en el que se vino abajo definitivamente.

De las pocas ideas verdaderamente claras que demostró tener este sábado el conjunto murciano fue, en primer lugar, aprovechar el hecho de que el Breogán tiene más que un grave problema en la posición de base, agravado este sábado por la citada situación física de Cvetkovic. Por esto, tras el descanso Askia Booker tomó por completo la iniciativa y rompió una y otra vez a la defensa rival. El estadounidense, que hasta ahora llevaba una trayectoria muy deficiente, fue determinante en la segunda parte al anotar 14 puntos. Tampoco tuvo problemas la defensa del Murcia para, y más a medida que pasaban los minutos, de permitir los lanzamientos exteriores del equipo lucense, absolutamente desacertado, para ajustar mejor la defensa de los interiores.

En defensa, casi siempre zonal, el conjunto lucense tampoco mostró ni la coordinación ni la contundencia de hace una semana frente el Obradoiro y permitió al Murcia alcanzar su segunda mejor anotación de la temporada.

El encuentro no empezó mal para los intereses del Breogán, liderado siempre por Johan Löfberg que este sábado protagonizó un excelente encuentro. Así, llegó a distanciarse en cinco puntos (1217) cuando restaban tres minutos para el final del primer cuarto. El empate al final de los diez primeros minutos (19-19) dio paso a unos minutos de dominio local (29-23, minuto 14) aunque los celestes reaccionaron con un parcial de 0-8 que les permitía retomar el mando en el marcador (29-31, minuto 16) a pesar de la nula aportación de los bases (sin puntos al final del encuentro entre Christian Díaz y Cvetkovic) y el lamentable 2 de 13 en los tiros de tres puntos.

Y es que el Murcia tampoco estaba para grandes alegrías. Balones perdidos, poco juego en conjunto, problemas en su propio rebote... hicieron posible que un parcial de 0-7 al inicio del tercer cuarto situaran la máxima ventaja para los jugadores de Lezkano (36-44). Pero hasta aquí llegó el Breogán. El Murcia empezó a defender con cierta agresividad, aprovechando también los minutos que el Breogán jugó sin un base en pista en el último cuarto, y Booker tomó el mando en ataque.

A partir de ahí solo dio señales de vida Johan Löfberg, el Cafés Candelas Breogán se hundió en sus propias limitaciones para regocijo del conjunto local, que se iba a encontrar, al final, con un triunfo cómodo que alivia una situación que empezaba a ser complicada. El Breogán fue el mejor bálsamo. Hay que reflexionar. Al que le corresponda.

La estadística completa del partido

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