Diez minutos, los primeros del partido, fueron los que aguantó el Río Breogán ante un Joventut superior y que sentenció el encuentro en un segundo cuarto pleno de acierto por parte del conjunto catalán y muy flojo, sobre todo a nivel defensivo, por parte local.
El equipo lucense, por lo tanto, sigue sin ganar a alguno de los equipos que ocupan alguna de las ocho primeras plazas de la tabla, no pudo evitar que el Joventut ganara en el Pazo por sexto partido consecutivo ni tampoco pudieron cortar la racha como locales que ya les sitúa con tres derrotas consecutivas y con la perspectiva, el próximo sábado, de la visita del Real Madrid de Dzanan Musa.

El Joventut ya dio su primer aviso de salida. A los cinco minutos su ventaja ya era de 7 puntos (6-13) con tres canastas triples. Pero el Breogán reaccionó de inmediato con un parcial de 8-0 que le otorgó su primera y prácticamente última ventaja del partido (14-13).

El equipo local aguantó hasta el final del primer cuarto (19-19), pero en el inicio del segundo acto todo cambió y lo hizo con un primer parcial de 0-8. La situación no varió a pesar del tiempo muerto y de los cambios ordenados por Veljko Mrsic. El Joventut no encontraba obstáculo ante una defensa frágil, lenta en las ayudas e incluso poco expeditiva en algunas acciones. Esto facilitó la anotación de un Joventut muy atinado (7 triples de 11 lanzamientos al descanso) y que, además, pasó a dominar con total claridad la batalla dentro de las zonas, de forma especial en el rebote (al descanso los catalanes llevaban 22 capturas, el doble que los locales).
El Breogán, además, estuvo casi siete minutos con sólo dos puntos anotados, consecuencia de un ataque sin ritmo y con una circulación de balón lo suficientemente lenta como para que la defensa verdinegra no tuviera que sufrir para impedir lanzamientos más o menos liberados de los locales. El reflejo de todo esto estuvo en el 3 de 12 de los locales en los lanzamientos triples que se oponía al tino de su rival. El 29-46 con el que se llegó al descanso era lo suficientemente explícito de lo que había pasado.

Lo cierto es que visto el auténtico repaso de los veinte primeros minutos parecía más que complicado que el panorama pudiera cambiar tras el descanso. Y si alguien tenía alguna esperanza, ésta se rompió con el parcial de salida (3-8) con otras dos triples consecutivas, una de Guillem Vives y otra de Pau Rivas (32-54).

Con una desventaja superior a los veinte puntos, la confianza del Breogán acabó por desquebrajarse. Los de Mrsic fueron capaces de subir su nivel de intensidad e incluso, después de dos robos de balón consecutivos, obligó a Carles Durán a solicitar un tiempo muerto para impedir que el dominio de su equipo se pudiera ver alterado. Y es que aun con esa mejora defensiva, y también en el rebote, la situación no mejoró para los locales, absolutamente negados ante el aro rival con menos de un 20% de aciertos en triples (5 de 26). Al final el resultado (65-85) fue prácticamente calcado al de la primera vuelta, donde el Breogán, en otro mal partido, perdió (85-66).
85 - Joventut (19+27+23+16): Kraag (3), Ribas (6), Vives (8), Birgander (10), Parra (9) -cinco inicial- Guy (17), Tomic (16), Brodziansky (6), Feliz (5), Busquets (5) y Ventura (-).
Árbitros: Carlos Peruga, Rafael Serrano y David Sánchez.
Incidencias: Partido de la vigésimo quinta jornada de la Liga Endesa disputado en el Pazo dos Deportes de Lugo ante 5.110 aficionados.