Borrón y cuenta nueva es lo que precisa hacer el Rácing Vilalbés tras el encuentro disputado ayer en A Magdalena ante el Boiro. Un empate a dos goles sabe a muy poco cuando uno se pone por delante en el marcador en dos ocasiones y cuenta con un jugador más desde el minuto 35. Si, además, se hizo bien el trabajo durante el 75% del tiempo, la desilusión es aún mayor.
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De poco sirve pensar que el conjunto rojiverde es uno de los que todavía no han perdido ningún partido en este arranque liguero. Pero dos empates en casa en este arranque liguero saben a poco cuando lo único que falló fue tener la suficiente calma y paciencia para seguir haciendo bien las cosas.