Tras perder en casa frente al Oviedo, al Lugo solo le servía ganar en Soria para engancharse a los puestos de promoción de ascenso. Sin embargo, su paso por Los Pajaritos esté sábado dejó mucho que desear y los de Francisco acabaron cayendo por un 2-0 ante el Numancia.
El equipo local, que regresaba a su fortín de Los Pajaritos tras victoria en Alcorcón, se encontró un Lugo desconocido, que apenas combinó y se estiró en la primera mitad.
Con este planteamiento, el Numancia se hizo pronto con la posesión del balón y acumuló ocasiones, ocho en la primera mitad, tres de ellas claras como para desequilibrar el marcador.
Primero fue Guillermo (min. 7) quien tras pisar área y superar a la defensa, chutó contra la red, en lugar de cruzar. Después (min. 15), Pablo Valcarce remató en semifallo un centro medido de Marc Mateu desde la izquierda; y finalmente Pablo Valcarce centró excesivamente pasado a Marc Mateu, en una jugada que iba bien conducida por Pere Milla (min. 41).
Con el marcador en contra tras el primer gol de Higinio, el Lugo fue un querer y no poder
El Lugo, con poca posesión y menos profundidad, buscó los balones frontales a la espalda de la defensa adelantada rojilla, pero sin encontrar ventaja. Su único remate a puerta en este tiempo llegó en el minuto 39, por mediación de Cristian y se le fue alto.
Tras el descanso, el Numancia salió con más ímpetu ante un rival que aguantó el temporal local e intentó sorprender a la contra.
Un disparo raso de Pere Milla, que blocó Juan Carlos (min. 47) abrió las ocasiones locales. El Lugo tuvo una ocasión clara (min. 52) tras romper Azeez la defensa adelantada y encarar a Aitor Fernández. Su disparo, cuando piso el área grande, fue blocado en dos tiempos por el guardameta local.
El técnico local Jagoba Arrasate buscó más mordiente y metió en el campo a Higinio por Guillermo, un cambio que dio sus frutos siete minutos después, con un gol que hacia justicia a la ambición del equipo local. Con el marcador en contra, el Lugo fue un querer y no poder.
Higinio, en el minuto 85, tuvo la sentencia en sus botas, tras una pared con Pere Milla. Juan Carlos le sacó un balón de gol a saque de esquina.
Y en una falta indirecta lateral, Iñigo Pérez la puso perfecta para que Higinio cerrase el partido, con un remate de cabeza cruzado (min. 88).