CON UN ONCE atípico plagado de caras nuevas y con falta total de emoción y de tensión, el Rácing Club Vilalbés despidió ayer en A Magdalena sin premio y con derrota su décima temporada en Tercera División ante la UD Ourense, que tampoco se jugaba nada.
Desde el comienzo del choque se notó que ninguno quería llevar el peso del partido, no había motivos por los que pelear. La igualdad fue la tónica dominante en los primeros compases, en los que hubo mucho tanteo en el medio del campo y más bien poca profundidad.
La falta de presencia en el área hizo que ninguno de los dos equipos tuviese ocasión de disparar entre los tres palos hasta casi el descanso. El primero en hacerlo fue la UD Ourense, en torno al minuto 40, con un golpeo que obligó al joven meta local, Duarte, a emplearse a fondo para despejar el balón. Lo hizo con brillantez y veteranía.
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