El Polvorín igualó a domicilio al Arzúa en un encuentro intenso, con una parte para equipo, y en el que los rojiblancos carecieron de fuerza y acierto en los minutos finales para llevarse los tres puntos. Ahora espera el próximo miércoles el duelo decisivo ante el Ponte Ourense.
El primer tiempo fue de superioridad visitante aunque los locales tuvieron la inmejorable ocasión de un penalti. El Arzúa mostró mucha ambición durante los primeros compases. Así, los locales gozaron de un penalti a favor a los cuatro minutos. Chiño ejecutó la pena máxima con poca carrerilla y el golpeo se fue por encima del larguero de la meta de Brais.
El panorama del encuentro cambió desde entonces. El Polvorín, firme en defensa, aprovechó su primera ocasión para tomar ventaja. Leandro empujó el balón a la red de un contragolpe nacido a raíz de una imprecisión defensiva local.
El paso por los vestuarios revitalizó al Arzúa. Con una presión agresiva, los locales generaron dudas a un Polvorín que empezó a perder bastantes balones. Así, en el minuto 62, los locales recogieron los frutos de una acción de estrategia en la que Bilal golpeó el balón con el alma e hizo imposible la respuesta de Brais. No obstante, el Polvorín volvió a crecer de la mano de Álex Ramos, nuevamente clave, pero ni Rojo, al que le faltó contundencia dentro del área pequeña, ni varios latigazos desde fuera del área del filial resultaron suficientes.
Polvorín: Brais; Torrado, Castrín, Andrés (Jesús, min. 86), Martín (Luis, min. 72); Pablo Martínez (Xabi Domínguez, min. 86), Fidalgo, Xurde (Lansade, min. 75); Leandro, Rojo y Álex Ramos.
Goles: 0-1, m.9: Leandro. 1-1, m.62: Bilal.
Árbitro: Castro Alarcón (A Coruña). Amonestó a Marcos Rodríguez, Aleix Ruiz, Iñaki; Martín, Torrado y Xurde.