1-1. Fútbol de alto nivel en Foz

Poco tendría que envidiar el fútbol visto este miércoles en el Martínez Otero al que se verá en poco más de dos semanas en el Ángel Carro. El Lugo se llevó la victoria en los penaltis ante un Real Oviedo que consiguió igualar en la segunda parte un tanto de Tete Morente. Varo detuvo el último disparo desde los 11 metros y los rojiblancos se llevaron el Trofeo Vila de Foz, acumulando su tercer partido consecutivo sin perder.

Intensidad, lucha y buen nivel. Ese es el resumen de un encuentro en el que reinó el buen ambiente entre la afición que se congregó en el estadio Martínez Otero de Foz para presenciar un duelo entre dos competidores en la  Segunda División. El rival del Lugo, el Real Oviedo, tiene mayor presupuesto y pretensiones que los lucenses para la próxima temporada, aunque futbolísticamente quedó patente la poca diferencia entre ambos.

Ambos conjuntos salieron al terreno de juego con la concentración al máximo. Eloy Jiménez apostó por Brunet y de nuevo Carlos Pita en el centro de la zaga, dos centrocampistas reconvertidos para la ocasión. No sorprendió la buena actuación del capitán, que viene siendo habitual para él en esta demarcación, pero destacó la brillantez con la que se desenvolvió el jugador del Polvorín. Ambos firmaron un buen partido en posiciones defensivas y sacando el
balón jugado.

Tete Morente, que este miércoles volvió a actuar en la medular, aprovechó un gran centro de Calderón para poner el primero en el electrónico en el minuto 34 de la primera parte. Tanto el Lugo como el Oviedo gozaron de ocasiones con peligro durante el primer acto, pero solo Varo mantuvo su portería imbatida. Tras el descanso, Eloy Jiménez dio entrada al recién llegado Roberto Canella en el lateral izquierdo, quien disputó sus primeros minutos con la elástica rojiblanca. También saltaron al césped Juan Muñiz y Campillo, que participaron en el juego elaborativo lucense.

Poco tardó Obeng, en el minuto 55, en poner las tablas en el marcador. Ninguno de los dos equipos fue capaz de resolver el resultado, por lo que el partido se vio abocado a la tanda de penaltis. Nadie erró desde los 11 metros hasta el décimo disparo, en el que Varo, que jugó los 90 minutos, acertó la dirección del tiro de Ibra y decantó la balanza a favor del Lugo.