El CD Lugo salió con ganas este viernes en el estadio Sánchez Pizjuán después de la victoria por la mínima ante el Córdoba y su esfuerzo se vio recompensado en la segunda mitad, gracias a un gol marcado por Ignasi Miquel en el minuto 21. Sin embargo, el Sevilla B no se rindió y, ya en tiempo de descuento, logró el tanto del empate que dejó a los de Luis César sin dos de los tres preciados puntos que buscaba para mantenerse en puestos de privilegio.
El Sevilla Atlético y el Lugo hicieron tablas, por lo tanto, en un partido que el filial sevillista salvó en el minuto 91 con un gol de Marc Gual, cuando el conjunto gallego saboreaba la victoria. Consciente de que le tocaría llevar el peso del partido sobre un césped empapado, el técnico local apostó por reforzar el centro del campo con tres pivotes, lo que dio al filial el monopolio de la posesión en una primera mitad en la que dominó sin discusión aunque creó pocas oportunidades.
El Lugo se adelantó gracias a un fulgurante contragolpe conducido por Campillo, que metió un pase magistral al central Ignasi Miquel
El Lugo se defendía sin más apuros que los causados por un tiro mordido de Carrillo, tras una incursión de Matos por el costado izquierdo, e incluso gozó de la mejor ocasión de la primera mitad con un remate a la salida de un córner de Iriome que rozó el travesaño.
Los locales intensificaron su dominio en el inicio de la segunda parte, cuando Pozo, que actuaba a pierna cambiada, mandó desde la derecha un envío al área que pifió Carrillo, en posición franca, e Ivi rozó el 1-0 con un centro-chut lejano que se envenenó y José Juan tuvo que sacar de la cruceta.
A la salida de ese saque de esquina, sin embargo, el Lugo se adelantó gracias a un fulgurante contragolpe conducido por Campillo, que metió un pase magistral al central Ignasi Miquel, quien coronó su incorporación con una definición con la zurda propia de un delantero.
La desventaja desquició al Sevilla Atlético, que se lanzó al ataque sin crear verdadero peligro y dejando a su espalda grandes espacios que a punto estuvieron de costarle el 0-2, evitado por José Antonio Caro al repeler un disparo a bocajarro de Campillo. Todo parecía perdido para el filial hasta que Matos, ya en tiempo de prolongación, se internó por la izquierda y metió un centro mal despejado por Carlos Hernández, cuyo rebote le cayó a Marc Gual en la pierna izquierda, un obsequio para que empatase el choque con un fuerte tiro a bote pronto que clavó en el techo de la red.
