1-1. El Lugo encadena ocho partidos sin caer...

Ocho jornadas sin perder como botín. Noveno puesto con 27 puntos, a uno del atasco de la zona de promoción, a la que aspira media Segunda División y que el Lugo pudo haber alcanzado este lunes en Bilbao.

No pudo celebrar la Navidad con un regalo mayúsculo en un partido menor. El empate sabe bien por la suma pero es amargo por la oportunidad de haber rematado a un rival incauto y romo, al que le falta cierto punto de maldad para caminar con firmeza por la categoría de plata.

Fue un nuevo ejercicio de sobriedad a domicilio por parte del equipo de Luis Milla. La intensidad inicial se diluyó con el gol y solo cuando David López encontró espacios en la segunda parte se pudo intuir un tanto que parecía ser una especie en vías de extinción en San Mamés.

El contragolpe y la velocidad de Ferreiro fueron el arma del Lugo para tratar de ganar. La defensa, para puntuar por octava vez consecutiva antes de un parón navideño al que se acude feliz. Con la presión y la intensidad por bandera, los dos conjuntos prefirieron no guardarse las energías para la mesa de Navidad. 

Más información en la edición impresa de El Progreso del 22 de diciembre de 2015