El Lugo, que nunca había perdido en las confrontaciones disputadas en la categoría de plata ante la Ponferradina, ha caido por 1-0 y se quedan a tan solo un punto de asegurar la permanencia, en función de otros resultados, y confirma el bajón experimentado en las últimas jornadas.
Por su parte, el resultado le permite a los ponferradinos romper una racha negativa de cinco jornadas sin vencer y, de paso, reengancharse a falta de dos encuentros por disputar, en Santander ante el Rácing y en casa ante Alcorcón, a la lucha por la sexta plaza. Los leoneses se colocan a tan solo un punto del Real Zaragoza, que mañana tiene un complicado compromiso en el José Zorrilla ante el Real Valladolid, al igual que el Llagostera, el otro equipo que le precedía en la clasificación y que visita al segundo clasificado, el Girona.
La Ponferradina salió desde el primer instante en busca del triunfo y puso para ello todos los argumentos sobre el terreno de juego, de nuevo con un once diferente al de las últimas jornadas y cambios sustanciales en el esquema habitual como colocar a Adán Gurdiel en el lateral derecho, lo que supuso todo un acierto de José Manuel Díaz, porque el canterano fue de los destacados.
Precisamente de sus botas salió el centro que cabeceó a la perfección Jesús Berrocal, en el sexto gol esta temporada del andaluz, haciendo imposible la estirada de Dani Mallo que vio cómo el balón se introducía en la portería tras golpear en el poste.
Sin embargo, la primera ocasión clara del encuentro había sido visitante, cuando en el minuto 3 Iriome ganó la espalda a Ramírez y, tras regatear a Kepa Arrizabalaga, se escoró tanto que su remate salió desviado.
Toda la primera mitad mostró a un equipo local superior, con peligro en las llegadas aunque con falta de remate, porque Acorán pudo conseguir el segundo tanto antes del descanso pero su derechazo, tras un buen lanzamiento de falta, salió fuera.
En la reanudación, el Lugo intentó llevar el mando del partido, pero en un dominio estéril hasta que en el minuto 66 se produjeron, de manera consecutiva, dos acciones que marcaron quizá el resto del choque, cuando el visitante Lolo Plá envió por encima del larguero un mano a mano con Kepa y, solo segundos después, su equipo se quedó con un jugador menos tras la expulsión de Diego Seoane.
A partir de ese momento, el equipo gallego lo intentó, pero encontró a una Ponferradina seria, sin fisuras y que no permitió lo que en otros encuentros, desperdiciar una renta favorable al final que le permite seguir soñando a falta de dos jornadas.
