Verstappen gana en Abu Dabi y se une a la fiesta de Mercedes

Sainz mantuvo el sexto puesto con el que acabó la cronometrada principal
Un momento de la carrera. EFE
photo_camera Un momento de la carrera. EFE

El holandés Max Verstappen (Red Bull) ganó el Gran Premio de Abu Dabi, el último del Mundial de F1, en el que firmó su séptimo título el inglés Lewis Hamilton (Mercedes), tercero en Yas Marina. Donde el mexicano Sergio Pérez certificó el cuarto puesto final en el certamen y el español Carlos Sainz el sexto; con el que contribuyó al tercero de McLaren en el de constructores.

Verstappen, de 23 años, logró su décima victoria en F1, la segunda del año, al ganar, por delante del finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) -que conservó el segundo puesto del campeonato- y de Hamilton, una prueba que Sainz concluyó sexto, justo detrás de su compañero inglés Lando Norris; y que Checo no acabó, al romperse el motor de su Racing Point: lo que no evitó que el mexicano completase su mejor temporada en F1, con el cuarto puesto general.

Hamilton, ausente por positivo de covid-19 el pasado domingo en la repetición de Baréin -y que ya había asegurado el título hace tres- se coronó oficialmente, por séptima vez, en Abu Dabi. Sede de la última carrera del Mundial de la pandemia. En la que Bottas confirmó un subcampeonato que, a pesar de su triunfo, no le pudo arrebatar Verstappen; tercero en la clasificación final.

Hamilton, de 35 años, que había igualado el récord histórico de siete títulos del alemán Michael Schumacher en Turquía, elevó este año a 98 y a 95 sus otras dos grandes plusmarcas en F1 -las de poles y triunfos, respectivamente- en la primera de las dos carreras disputadas en Baréin. Y este domingo elevó a 165 el otro récord histórico que le había arrebatado al Kaiser: el de podios.

No hubo sobresaltos en la salida y Verstappen, que el sábado había firmado su tercera pole en F1, se mantuvo en cabeza; por delante de los Mercedes de Bottas y Hamilton.

Sainz, que al igual que los anteriores había arrancado con neumáticos medios -el resto de los primeros diez en parrilla lo hizo con blandos- mantuvo el sexto con el que acabó la cronometrada principal, por detrás de Norris y del Red Bull del tailandés Alexander Albon, cuarto este domingo y que entonces circulaba quinto. En una prueba prevista a 55 vueltas que arrancó de día pero que en su mayor parte se disputó de noche y con luz artificial.

En la octava, el mexicano Pérez, que había comenzado su última prueba con Racing Point desde fondo de parrilla -penalizado, al haber cambiado el motor de su coche- ya era decimocuarto. Pero sólo dos giros más adelante, el coche de Checo, que hace una semana ganó de forma brillante el Gran Premio de Sakhir -en Baréin-, se quedó parado. Y el bravo tapatío tuvo que abandonar. Sin perder la cuarta plaza, en su mejor Mundial, que acabó con 125 puntos.

Pérez se había convertido el pasado domingo en el segundo mexicano en ganar una carrera de F1 cincuenta años, después de que Pedro Rodríguez se anotara el Gran Premio de Bélgica de 1970, tres años después de adjudicarse también el de Sudáfrica. Pero, aunque parezca inverosímil, Checo-que no seguirá el año que viene en un equipo que se denominará Aston Martin y en el que lo sustituirá el alemán Sebastian Vettel- aún no conoce su futuro: o recibe en las próximas horas una llamada de Red Bull o se tomará un sabático.

El percance del mexicano provocó el anuncio de safety car virtual, que mutaría en coche de seguridad real. Todos aprovecharon para entrar a garajes e instalar neumáticos duros, en espera de que el compuesto aguantase hasta el final. Sainz, que retornó a pista noveno, fue investigado por si había ralentizado su salida de boxes, una pesquisa que desestimó falta alguna. Y el talentoso piloto madrileño cerró el Mundial a lo grande

Y en la 30, superada ya la mitad del recorrido previsto, Sainz, que cederá su asiento en McLaren al australiano Daniel Ricciardo -séptimo este domingo en su última carrera con Renault- y será piloto Ferrari en 2021, ya era séptimo, por detrás de Norris. El canadiense Lance Stroll era décimo y en esos momentos McLaren ya había recuperado la tercera plaza en el Mundial de constructores.

Verstappen lideraba en esos momentos sin problemas, con siete segundos sobre Bottas y diez sobre Hamilton , una carrera en la que, tras parar Ricciardo, en la 40, Sainz recuperaba una sexta plaza que ya no abandonaría hasta el final de la carrera.

El neerlandés perdió la ocasión de convertirse este año en el campeón más joven de la historia -honor que mantendrá Vettel (decimocuarto, justo detrás de su compañero monegasco Charles Leclerc, en un año nefasto para Ferrari, sexta por equipos)- pero cerró la temporada con maestría. Y subió a lo alto del podio después de liderar de principio a fin una carrera en la que Ricciardo le arrebató, en el último giro, la vuelta rápida.

El australiano, que ocupará el asiento de Sainz en McLaren el año próximo cederá a su vez el suyo al español Fernando Alonso, que vuelve a la categoría reina en 2021, con la escudería con la festejó sus dos títulos. El doble campeón del mundo asturiano (2005 y 2006, con Renault), que este domingo protagonizó su tercer exhibición en tres días con el R25 con el que ganó su primer Mundial, participará asimismo en el test de post-temporada que tendrá lugar el martes, de nuevo en el circuito de la capital de los Emiratos Árabes. 

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